Histórico
19 octubre 2018El Enganche

Italia: Nicolo Barella, inserte continuación ingeniosa

Por Alex García

Un nombre ha salido a relucir en las últimas semanas gracias a la figura de Roberto Mancini, que ante la falta de jugadores de un perfil muy exigente para el interior izquierdo de su 4-3-3, ha optado por darle la titularidad a Nicolo Barella.

Y no lo ha hecho mal, podríamos decir. Pero antes de aventurarnos a hablar técnicamente de uno de los mayores -por no decir el mayor- talentos de italianos del momento, debemos contextualizar cómo ha sido su paso por el Calcio desde su debut con el Cagliari hasta la llamada de la Nazionale.

Barella siempre ha estado ligado a la ciudad de Cagliari, capital de la isla de Cerdeña. Por tanto, su carrera futbolística se ha desarrollado desde sus inicios en las categorías inferiores del club, llegando al equipo Primavera en 2012. Un talento como él estaba preparado para afrontar el penúltimo escalón antes del primer equipo, y no decepcionó. Se convirtió en el centro neurálgico del equipo durante las siguientes tres campañas, alternando con varias participaciones en la Serie A.

El destino decidió que se instaurara en el primer equipo justo cuando el club descendió a Serie B, pero la pérdida de efectivos de cara al siguiente curso le benefició en forma de minutos, pero pese al buen rendimiento y el posterior ascenso, salió cedido en enero al Como.

Dos temporadas más tarde, a sus 21 años se ha convertido en un jugador clave e incluso podríamos tratarlo como jugador franquicia del Cagliari. Es tarea harto complicada definirle en base a sus virtudes.

Estamos ante un centrocampista que domina todos los registros posibles para llevar a cabo las tareas de un centrocampista. Puede actuar como pivote gracias a su capacidad de recuperación, su excelente visión y a su sentido táctico que impide que el equipo se parta en dos, aunque donde mejores sensaciones está dejando es como interior. Sin un gran físico ni una excelsa capacidad asociativa, el rol que más parece encajar en su perfil es el de centrocampista box to box, al menos para un servidor es la tarea que mejor lleva a cabo.

Tanto el estilo como el esquema del Cagliari siempre le ha beneficiado a la hora de potenciar sus virtudes. En los últimos tres años, el conjunto sardo ha utilizado dos esquemas, el 3-5-2 y el 4-3-1-2. Ambos sistemas tienen algo en común, el pivote escoltado por dos interiores, uno de ellos Barella. Con la defensa de tres centrales vimos el perfil más ofensivo de Barella, siendo el llegador desde segunda línea o generando transiciones ofensivas gracias a su conducción.

Pero hoy en día es un jugador más equilibrado, y por ello el interés de Mancini en incorporarlo con la azzurra se ha incrementado en los últimos meses. El actual Cagliari actúa con un rombo donde Nicólo es el interior izquierdo, mismo rol que le cede Mancini en la Nazionale, con capacidad para soltarse en ataque, pero siendo el elemento clave a la hora de ejercer la presión.

Su aparición en la selección italiana llega en el momento más crítico del combinado nacional en las últimas décadas. La confianza de Mancini en él significa un soplo de aire fresco para una cantera de talentos que se estaba viendo muy afectada por los resultados y la política de fichajes del campeonato local.

Las comparaciones llueven, pero hay una que encaja perfectamente con sus virtudes, y es la de Radja Nainggolan. Esa capacidad de cubrir todo el ancho del terreno de juego y dar todos sus esfuerzos sin balón, hacen que en Cerdeña vuelvan a ilusionarse con un centrocampista al igual que con el belga en su momento, pero lo más importante, Italia ha encontrado un jugador en la que poner todas sus esperanzas para volver a la élite por la puerta grande.

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