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1 junio 2018El Enganche

Mundial 2018: Top 5 de selecciones que se han quedado fuera

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Por Alex García (@futbolitisalex)

Una Copa del Mundo se ve de forma distinta a una Liga de Campeones o una Copa Libertadores. A su alrededor se construyen proyectos para opositar a ser campeón, se ponen las esperanzas de todo un país en 23 jugadores y la ilusión invade una gran parte del planeta por ver a sus combinados hacer historia. Pero detrás de toda celebración, hay un grupo de grandes potencias que terminan defraudando en el largo recorrido que significa clasificarse para un Mundial. Y por ello, dedicamos este espacio a conocer las grandes ausencias de Rusia 2018.

Italia

56 años. Prácticamente tres generaciones que jamás han visto una Copa del Mundo sin Italia. Desde Chile 62, la selección transalpina había participado en cada una de las catorce fases finales de un Mundial disputadas hasta hoy. No debemos olvidar que actualmente es el segundo combinado con más trofeos en sus vitrinas, por lo que su ausencia representa mucho más que un fracaso a corto plazo. La llegada de Gian Piero Ventura al banquillo de la azzurra sólo parecía contentar a los puristas del fútbol italiano. Bajo su mando, el equipo podría ser definido con un solo adjetivo, lacónico. Un conjunto simple, con poco que mostrar dentro del campo y a la espera de que una de sus estrellas desnivelase el marcador con una genialidad individual. Le funcionó ante equipos como Albania o Israel, pero los dos duelos ante España vislumbraron unas carencias que, ante Suecia en la repesca, saldrían a la luz. Será un verano largo en Italia, pero con la llegada de Mancini al banquillo y una generación de jóvenes con mucho talento, hay luz al final de un túnel que desemboca en la Eurocopa de 2020.

Holanda

El proyecto neerlandés bien podría representarse mediante una espiral de decadencia. Su fase de clasificación fue de menos a menos, con algún atisbo de recuperación, pero muy por debajo del nivel esperado. Aun así, un par de deslices de Suecia hizo que la selección dirigida por Dick Advocaat llegase con opciones a la última jornada, pero la diferencia de goles con la selección escandinava acabó lastrando las opciones de los tulipanes. Pero este fracaso viene de lejos, y puede analizarse paralelamente con la reaparición del fútbol belga en el escenario mundial. Dos proyectos enlazados desde la Eurocopa del 2000 -organizada por ambos-, pero cuyas inversiones se realizaron en dos aspectos distintos. Mientras en Holanda se invirtió en táctica e infraestructuras a corto plazo, en Bélgica se reformó el fútbol base para obtener resultados a largo plazo. Ahora, mientras unos son candidatos para alzar el trofeo mundialista con una generación joven y ambiciosa, otros buscan urgentemente un relevo generacional que no parece augurar un futuro inmediato positivo.

Chile

El caso de Chile puede proyectarse mediante una road movie. Un viaje que se inicia en agosto de 2007 con la llegada de Marcelo Bielsa, quien logra captar talentos como Alexis, Vargas, Aranguiz o Beausejour. El trayecto tiene altibajos, como es de esperar, pero alcanza su punto más álgido en el verano de 2016, con la consecución de su segunda Copa América consecutiva. A partir de ahí, el equipo entra en una dinámica negativa de juego y resultados que culmina en Sao Paulo, en una derrota por 3-0 ante Brasil en la última jornada de la fase de clasificación. Chile, a priori una de las selecciones sudamericanas más potentes, perdía su billete a Rusia gracias a un empate de Perú ante Colombia. Es entonces cuando nos damos cuenta de un aspecto significativo. Seis de los once titulares en ese partido, habían debutado con Bielsa antes de 2007 y cuatro antes de ese año. De nuevo, un relevo generacional que no llega, una planificación futura y una gestión del talento local que abocaban a este combinado, al fracaso.

Estados Unidos

La no participación de los Estados Unidos en la próxima Copa del Mundo fue una de las grandes sorpresas en su momento. El proyecto parecía ir cada vez a más, tras alcanzar la final de la Copa Confederaciones en 2009 y los octavos de final tanto en el Mundial de Sudáfrica como en el de Brasil. Con Bob Bradley se establecieron unas bases y con Jürgen Klinsmann se ejecutaron, pero la etapa del técnico alemán al frente de los norteamericanos llego a su fin demasiado tarde, tras un intento de relevo generacional fallido. Los Howard, Bradley, Altidore o Dempsey, no supieron complementarse con los Pulisic, Yedlin o Wood, un choque generacional que terminó costando un Mundial. El equipo no mejoró de la mano de Bruce Arena, pero, aun así, dependía de sí mismo para clasificarse. Una fatídica jornada final del hexagonal con una derrota incluida en Trinidad y Tobago, hizo que los yankees perdiesen toda opción de estar en Rusia.

Eslovaquia

El combinado eslovaco se cuela en este top por mérito propio. No era favorita para viajar a Rusia, pero tampoco significó un fracaso que no lo hiciera. En un grupo con potencias como Inglaterra, Escocia o Eslovenia, tenía la obligación de pelear por el puesto de entrada al play-off, y así fue. Logró un merecido segundo puesto que, desgraciadamente, no le sirvió para optar a la repesca por su puntuación. La selección dirigida por Jan Kózak opositó para lograr el pasaporte con un juego de transiciones rápidas y un sistema defensivo sólido, con Marek Hamsik como estandarte, pero con jóvenes promesas como Milan Skriniar y Stanislav Lobotka preparadas para establecerse como símbolos del equipo. La capacidad del técnico de Košice para sacar el máximo rendimiento al centrocampista napolitano ha sido uno de los grandes atractivos de cara a seguir a esta selección, pero no fue suficiente para dar una alegría al país centroeuropeo.

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