Histórico
16 junio 2018El Enganche

Argentina-Islandia, 88 años después

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Por César Bellido (@Cesar_B_O)

El 16 de junio a las 15:00 horas se disputará un duelo que pasará a la historia de Islandia. Los islandeses debutarán en un Mundial ante Argentina, una de las selecciones más potentes del mundo. Será un día que todos los islandeses no olvidarán, después de disputar también por primera vez una Eurocopa, y que siempre quedará en la retina de todo el país. Hace 88 años separados por solo un día, ambas selecciones por uno u otro motivo también fueron noticia en el mundo del balompié.

El Otkrytie Arena lucirá sus mejores galas para recibir en la primera jornada del Mundial de Rusia 2018 a Argentina e Islandia. No quedan entradas para presenciar el duelo entre una de las favoritas a elevar al cielo el trofeo y la debutante en este tipo de campeonatos. Moscú empieza a llenarse de seguidores de los dos combinados, que esperan ansiosos el debut en un mes que tienen marcado en rojo. Tenemos que retroceder en la historia para ver algo en común entre Argentina e Islandia. Fue en el año 1930, los argentinos estaban viajando hasta Uruguay para disputar el primer mundial de la historia, mientras que los islandeses se preparaban para jugar su primer partido a nivel de selecciones.

Argentina en Uruguay e Islandia en Islas Feroe

Argentina

El 13 de julio de 1930 se daba el pistoletazo de salida al mundial que se iba a disputar en Uruguay. Después de muchos problemas con varios países europeos, entre ellos España por falta de dinero para viajar hasta el continente sudamericano, Francia y México inauguraban la cita con triunfo de los franceses por un contundente cuatro a uno. Dos días después Argentina se medía a los europeos en el Parque Nacional de Montevideo. Los argentinos lograron la victoria por la mínima gracias a un tanto de Luis Felipe Monti, uno de los mejores futbolistas de la época.

En Islandia, mientras tanto, peleaban por poder soñar con jugar algún día un mundial. Con la liga creada en el año 1912, los islandeses tardaron 18 años en poder disfrutar de su selección. En julio de 1930 la expedición de Islandia partió rumbo a Tórshavn para medirse a Islas Feroe en lo que iba a ser su primer partido. El país veía con entusiasmo su crecimiento y el fútbol empezaba a ser una de las aficiones aunque no fue hasta 1947 cuando se fundó la Federación de Fútbol de Islandia y entró a formar parte de la FIFA.

Argentina seguía con paso firme en la cita uruguaya. Después del triunfo de la primera jornada ante Francia les tocaba México. Los hombres dirigidos por Francisco Olazar fueron un rodillo y pasaron por encima de los mexicanos por un contundente seis a tres en un alarde de juego ofensivo por parte de las dos selecciones. Guillermo Stábile, con tres tantos, Adolfo Zumelzu, con dos, y Francisco Varallo con uno fueron los que golpearon la portería defendida por Óscar Bonfiglio, que asistía atónito ante el despliegue atacante de sus rivales.  Manuel Rosas, con dos goles, y Roberto Gayón anotaron los goles de los que ejercían de visitantes. Con dos triunfos los argentinos estaban muy cerca de meterse en semifinales.

Los chilenos, que llegaban al encuentro después de dos victorias ante México y Francia, serían los rivales de Argentina en la última jornada de la fase de grupos. El primer puesto estaba en juego y los argentinos hicieron valer su potencial y logaron su tercer triunfo consecutivo. Stábile, con dos goles más, y Evaristo neutralizaron el tanto de Subiabre para otorgar el primer puesto a una de las favoritas para coronarse en el primer mundial de la historia. El delantero Stábile asombraba a todos con un juego espectacular que a la postre le valió para convertirse en el máximo goleador del campeonato con ocho dianas.

Argentina lloraba mientras Islandia sonreía

Era 26 de julio de 1930. El choque de semifinales, como la primera fase, fue un paseo para Argentina. Estados Unidos no fue un rival que le pusiese en muchos aprietos y los albicelestes se ensañaron con los americanos por seis a uno. Monti, Scopelli, Stábile, por partida doble, y Peucelle, con otros dos goles, fueron los autores de semejante espectáculo en el Estadio Centenario. El tanto del honor de Estados Unidos fue obra de Brown a escasos minutos para el final. Argentina celebraba sobre el terreno de juego el pase a la gran final, mientras en el otro lado del charco Islandia se preparaba para jugar su primer partido, aunque no fuera reconocido por la FIFA.

Los jugadores islandeses estaban preparados sobre el campo y se encontraban a escasos minutos de pasar a formar parte de la historia. El 29 de julio, con todos los aficionados al fútbol pendientes de la conclusión del Mundial de Uruguay, Islandia se medía a Islas Feroe en Tórshavn, ciudad situada en la costa oriental de Streymoy. El encuentro no estuvo marcado por las ocasiones de gol. El nivel técnico de Islas Feroe e Islandia no estaba a la altura del fútbol pero lo suplían con las ganas de seguir creciendo. Los islandeses se hicieron con la victoria por la mínima. Su primer partido de la historia no podía tener mejor final, Islandia lograba un triunfo que celebraba a lo grande mientras que los argentinos preparaban la final del mundial. El viaje de vuelta de los islandeses se inundaba de felicidad. Comenzaba una nueva época en el fútbol del país.

Un día después, el Estadio Centenario presentaba un precioso aspecto para la salida al campo de Uruguay y Argentina. 68.346 espectadores ocupaban las gradas del estadio para presenciar la primera final de un mundial. Los anfitriones no defraudaron a los suyos y terminaron imponiéndose por cuatro a dos ante la desesperación de sus rivales. Dorado puso en ventaja a Uruguay pero antes del descanso Peucelle y Stábile pusieron el uno a dos. Los argentinos se las prometían muy felices pero la segunda parte fue una pesadilla. Cea, Iriarte y Castro anotaron los tantos del definitivo cuatro a dos. Uruguay se proclamaba campeón del primer mundial de la historia y festejaba con orgullo su primera Jules Rimet, nombre del trofeo en honor al que era presidente de la FIFA por aquel entonces. Los argentinos se despedían de la cita de la peor manera posible, con su primera gran derrota.

En apenas un día, el 29 y el 30 de julio de 1930, el destino quiso que Argentina e Islandia vivieran dos momentos cruciales. Los argentinos caían en la final del Mundial de Uruguay, mientras que los islandeses volvían a su país con un triunfo en su primer partido de la historia. En escasos días, el 16 de junio de 2018, ambas selecciones se volverán a encontrar, aunque esta vez en un terreno de juego. En 1930, la cara cayó del lado de los europeos y esta vez los sudamericanos querrán que la suerte caiga de su lado. ¿Se repetirá el desenlace de hace 88 años? ¿Argentina llorará e Islandia reirá? El balón hablará sobre el verde césped del Otkrytie Arena y a las 17:00 horas tendremos la solución.

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