Histórico
11 julio 2014Andrés Cabrera Quintero

España cumple cuatro años en la Historia del fútbol

Iniesta 2

Por Alberto Piñero (@pineroalberto)

Once de julio. Día nacional de la selección española. No oficial, pero sí oficiosamente. Sí en las cabezas y corazones de todos los aficionados españoles al fútbol. Es decir la fecha, y enseguida se amontonan los recuerdos: Johannesburgo, Holanda, Andrés Iniesta, el minuto 116, Arjen Robben, Iker Casillas, Sara Carbonero, Dani Jarque, Cesc Fabregas… Podríamos seguir exhibiendo nuestra colección de detalles en el imaginario prácticamente hasta cuando quisiéramos. Cada uno, en un orden. Unos más y otros menos. Pero no hay quien no tenga todavía fresca esa final del Mundial que ganó España en 2010, hace justo cuatro años.

Fue la confirmación para la selección española de que tenía un hueco en la Historia del fútbol. Dos años antes, en la Eurocopa de Austria y Suiza, logró romper con sus propios fantasmas, los que la atormentaban con que siempre sería la clásica amiga fea en las fiestas, la simpaticona que luego nunca se come un colín, la ‘pagafantas’ del concierto futbolístico mundial. Tras aquel Mundial de fútbol en Sudáfrica, ya nadie dudaba entre el equipo español de que habían nacido para hacer algo grande. Tampoco en el resto del planeta. Los libros hablarían de esa Roja por los siglos de los siglos. La imborrable estrella en el pecho lo recordaría a todos los rivales desde aquel 11 de julio en adelante.

Irónico que España ganara aquella final del Mundial vestida de azul y no de roja. Aunque no caprichoso. Para alcanzar la gloria, tuvo la selección que desprenderse de todos aquellos emblemas que la habían caracterizado en los años anteriores hasta acabar caricaturizándola: la furia, la pasión, la valentía, la heroicidad, que iban de la mano de los fiascos, la mala suerte y las injusticias por doquier. Las clásicas justificaciones tipificadas para explicar que la selección española sólo hubiera ganado anteriormente un título continental hasta 2008. Tuvo que llegar una excepcional generación de futbolistas, aliados con el fútbol de toque, el talento, la calidad, la personalidad, la seguridad, la experiencia y hasta la suerte para reescribir cuatro años atrás la historia del fútbol español. Y del fútbol mundial.

Y es que la selección española no ha comparecido en este Mundial de Brasil, pero sin embargo sí ha estado presente hasta el final. No sólo por esa Alemania con claros influjos de La Roja y de Pep Guardiola. Sino en cada selección que aprendió a buscar la victoria apoyándose en su propio fútbol antes que en destruir el del contrario. En cada equipo que asumió que la mejor forma de defenderse es teniendo el balón en su poder. En cada partido cuyo leitmotiv era atacar por delante de defender. Dicen que está siendo uno de los Mundiales más atractivos y con más goles. Y parte de responsabilidad es de esa selección española que asombró al mundo en Sudáfrica. Creó tendencia.

Puede que sólo algunas apuesten por un esquema parecido, puede que no todas tengan jugadores para proyectar ese fútbol de toque, puede que no todas hayan siquiera mejorado buscando ese estilo de juego, pero seguro que todas en un momento u otro se han puesto a la selección española como reflejo en este último lustro. Para seguir su credo, o para negarlo, ahí estaba España como referente planetario desde aquel 11 de julio de 2010. Le quedan tres días como vigente campeona, hasta que Carles Puyol ceda el trofeo otrora conocido como Jules Rimet al capitán alemán o al argentino, pero el legado y el recuerdo de aquella España campeona del mundo permanecerá ya por siempre en la Historia. Pasen cuatro o cuatrocientos años.

También te interesa: España-Paraguay: Cómo hemos cambiado…

Síguenos en Twitter y Facebook

Contacta con El Enganche




Nuestras redes sociales

 

Contacta con nosotros

Puedes ponerte en contacto con El Enganche a través de este formulario.

Envíanos tus consejos, dudas, quejas o sugerencias para ayudarnos a mejorar. Rellena el formulario y haznos llegar tu mensaje. #yosoyenganche