Histórico
10 marzo 2014El Enganche

Libertadores: León: La hoja en blanco, Matosas y yo

Matosas - León

Por André Stinson

Me enfrento ante la hoja en blanco, quien, con una expresión vacía, me permite interpretar su sentir. Me pregunto si se ríe de mi o si únicamente busca desesperarme con su clara antipatía. El cruel vacío que presenta la ausencia de palabras la ha convertido en un estigma dentro de mis pensamientos. Injusta hoja en blanco, mi ausencia de ideas te alimenta de fuerza para mofarte. Ante esta sensación de vacío que otorga el perecer las palabras al momento de ser plasmadas, no me es ajeno pensar en si este sentimiento, que otorga una ignominia personal, ha embargado a Gustavo Matosas recientemente. El sentir de la hoja en blanco y el vacío de ideas. Claro está, la hoja en blanco existe por subjetividad. No por ello deja de ser una pesadumbre, un letargo obligatorio hasta el fluir de una palabra lo suficientemente autoritaria como para otorgar salida al resto de las ideas. La ausencia es solo un muro esperando ser derribado por el batallón de los párrafos y las cuartillas.

Sin embargo, es difícil pensar en el caso contrario, cuando en la hoja no deben ser plasmadas ideas sino conceptos. En específico, aquellos momentos donde debes escribir sobre cual jugador ocupará qué posición y cómo se ordenarán las mismas. Caso práctico de un director técnico y específico del vigente campeón del fútbol mexicano, Gustavo Matosas. “¿Y sí Sabah juega de mediapunta? No tal vez sería mejor colocarlo de segunda punta. No, esperen. Me provoca ponerlo como extremo”, seguramente ese es el expresar de Matosas cuando no encuentra la forma de ordenar a sus jugadores. Un pensamiento desordenado y confuso. Poco se le puede culpar a Matosas si este no encuentra cabida a sus ideas en una hoja de papel. Su equipo es muy amplio, polivalente y obediente. Difícil ordenar las ideas cuando este contexto te rodea.

El equipo revelación del fútbol mexicano en los últimos años, maneja alternativas muy interesantes pero atraviesa un momento de dudas con su técnico

Un ejemplo se encuentra en Franco Arizala, el hombre puede jugar como delantero centro neto y no por ello deja de funcionar en excelsa forma como un extremo por izquierda; no sólo eso, el tipo es capaz de posicionarse cual enganche sin queja alguna. Otro caso capaz de suscribirse a esta descripción, sería el de Eisner Loboa. El colombiano puede laborar muy bien, cuando se le pide sea lateral derecho. Pero como volante no es capaz de dejar duda alguna respecto a su talento. Polivalencia de labores o sencillos dotes variopintos. Difícil ponerle una etiqueta a un hombre tan capaz. Regreso a la hoja en blanco de Matosas. ¿Es acaso posible poner los conceptos correctos en tan errático y traidor espacio cuando el plantel es tan rico en facultades ? La respuesta, sin dudarlo, es sí. Tan afirmativa y rotunda como el talento del equipo verde dirigido por el uruguayo.

León 2014

Cuando las fichas disponibles son tan hábiles es difícil pensar en un orden incorrecto. A veces es más fácil permitir el manchar de las ideas sobre el papel para después darle una jerarquía específica. Vomitar para arreglar. Un ejemplo claro es su lectura actual. He conseguido una cuartilla de verborrea desordenada capaz de explicar mis pensamientos. Usted está leyendo la versión final pero podría asegurarle, no siempre se leyó de este modo. La edición previa era revuelta e incomprensible. Mismo caso con el equipo de Matosas, fácilmente podríamos pensar en una alineación titular mal hecha. Loboa como interior, Arizala de volante, Boselli de mediapunta y el Gullit Peña cual delantero central cazagoles. Un conjunto de ideas mal hechas sobrepuestas en un papel, las cuales con el pasar de los minutos se convirtieron en la alineación de una escuadra verde dispuesta a todo.

Loboa como interior, Arizala de volante, Boselli de mediapunta y el Gullit Peña cual delantero central cazagoles. Ideas mal ejecutadas en el papel.

Por tal, lo invito a usted amable lector a hacer lo mismo que hice yo, lo mismo hecho por Matosas; vomitar ideas y darles orden. Nunca se sabe cual será el resultado de tan encomiable acto. Si tiene suerte y habilidad, podría generar un competitivo capaz de derrotar al América en el Estadio Azteca, ganar el campeonato y luchar al máximo en el torneo de clubes más grande de Latinoamérica. Pero si no cuenta con la suficiente habilidad, podría terminar siendo un despliegue surrealista tal y como el texto que está degustando, Mientras yo he terminado de expresar aquellas ideas, puedo pensar en como Matosas aún disputa con sus dudas, con los fantasma de a quién alinear durante los encuentros importante. Una tarea perpetua mientras sea director técnico. Algunas veces, la hoja en blanco nunca acaba.

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