Histórico
23 enero 2014Jose David López

Burton Albion: Kevin Poole, ser joven a los 50

Kevin Poole - Burton Albion

“Fue en el de la esquina. Al lado del bar de Peter. Se puso a hablar con todas las chicas que había a su alrededor. Empezó humilde y se creció. Se creció tanto que, minutos después, llegó con una sonría en la cara porque por fin había ligado. Aquella fue la primera vez que le hacían caso, aunque en cuanto se dio la vuelta, aquella misma chica estaba ya siendo manoseada por otro. Imposible olvidarlo. ¡Qué cara se le quedó¡”. Una simple conversación  entre dos amigos a los que las obligaciones han ido separando, sirve para demostrarse a sí mismos que el paso del tiempo les ha debilitado. Uno de los primeros signos de envejecimiento radica en repetir con perspectiva temporal, acontecimientos pretéritos de la vida. La nostalgia aparece sin avisar. Un día, dejas de conocer las canciones de moda, dudas con el funcionamiento de las nuevas tecnologías y las resacas tras una de las poquísimas noches de fiesta que le aportas a tus días, se han multiplicado como nunca habrías imaginado. Sí, ya dejaste atrás la juventud y entraste en la madurez.

Todos, absolutamente todos, independientemente de nuestra cultura u origen social, compartimos numerosos signos de envejecimiento y la edad que mejor marca esa sensación, son los 40. Es difícil no caer dormido cada noche ante el televisor, estar agotado después de comer, buscar cobijo en el café para no decaer en la actividad diaria y aparecen inesperadamente dolencias de rodillas, espaldas y un clásico, la pérdida abrupta de pelo allí donde un día existieron los más radicales peinados de juventud. El deterioro cognitivo es casi inevitable, la concentración perdió efectividad y las precauciones para evitar alteraciones que desequilibren la regularidad de cada día, es una de las máximas a cumplir rigurosamente. En ese momento, con la etiqueta de viejo gruñón a cuestas, los balances sobre hacia dónde vamos en la vida y heridas de guerra por el cuerpo, Kevin Poole siempre encontró la respuesta en la portería. Allí ha pasado 14.000 días, 38 largas temporadas con su inseparable compañía, la que hoy, aún hoy, le permite ser joven a los 50 años.

Antes de que naciera, Kevin Poole ya era portero del mejor Aston Villa de la historia. Hoy, cuando algunos ya pensamos en los años que nos caen encima, sigue siendo portero con retos por cumplir. ¿Donde está la vejez, Kevin?

Kevin Poole - Aston VillaQuien escribe aún no había nacido cuando Kevin ya era un habitual de las áreas del fútbol inglés en su versión más arcaica, la previa a una Premier League que no había nacido. Nada más cumplir la mayoría de edad, cumplió su sueño, pues se convirtió en portero profesional debutando con su club de toda la vida, el Aston Villa, considerado en ese momento uno de los mejores equipos del planeta tras levantar justo esa campaña su única Copa de Europa (ganando al Bayern Múnich en la final) y la Supercopa de Europa meses después (superando  en la prórroga al Barcelona). Su papel en ese momento era meramente testimonial pues un chico recién llegado apenas tenía protagonismo, pero aprendió de la mejor época de su club, de los mejores jugadores de su club y de los grandes maestros que se asomaban aquellos días irrepetibles a Villa Park. La alta competencia evitó que Pool tomara relevancia determinante y aunque aceptó una cesión temporal, su falta de minutos no repercutía en su sabiduría, que en unos años consiguió protagonismo provechoso para el resto de su carrera (Gordon Banks fue uno de sus entrenadores de porteros).

Pasó etapas en Northampton Town, Middlesbrough, Hartlepool, Birmingham y Derby County, pero sobre todo, conoció la nueva Premier con las camisetas de Leicester (donde más partidos acumuló) y Bolton (estuvo en una final de Copa Liga). Llegó a jugar al primer nivel inglés hasta los 42 años y retrocedió un escalón cuando cumplió los 43, pero apareció el modestísimo Burton Albion. Y cuando la mayoría piensa en echarse a un lado, descansar y arroparse con la manta en la tranquilidad del sillón invernal, Kevin encontró un estímulo novedoso, una posibilidad para seguir embarrándose y continuar su feliz monotonía futbolera. Sus guantes estaban más sucios que nunca y aunque tuvo que superar una prueba en un partido que determinaría su capacidad, convenció para sumar nada menos que 123 más. Varios partidos sin recibir goles, mostrando paradas importantísimas y empujando al global desde su experiencia, le sirvieron para ser MVP del club durante varios cursos, llegando a la cúspide de los humildes con el título de Conference en 2009. Con 46 años y sumando pequeñas victorias en el césped aunque gigantes contra sí mismo, Pool firmó un nuevo contrato que lo convirtió en el jugador de mayor edad en cualquier liga de fútbol y que le abría las puertas para adentrarse en la enseñanza de los jóvenes guardametas, pues a su vez, se convertía en entrenador de porteros en el club. Logró disputar dos partidos en League Two (46 años) y un encuentro más de Football League Trophy (47 años), pero tras unos meses sin aparecer por el césped, la condición física le obligaba a retirarse como el profesional más antiguo de Inglaterra en el momento de su jubilación (48 años).

Desde que firmó con 47 años su tercer contrato con Burton Albion, se convirtió en el futbolista más veterano de la historia del fútbol profesional. Hoy, con 50 años, sigue teniendo opciones para vestirse de corto

Kevin Poole - BoltonSe levantaba cada mañana para ejercitar a los que querían imitar su incomparable trayectoria desde las bajas esferas del fútbol amateur, se divertía dialogando con aquellos que habían sido sus compañeros en los últimos días de su carrera y aparecía en el banquillo como elemento indispensable al que los futbolistas acudían ante cualquier tipo de duda. El amigo de todos, la voz de la experiencia, la fuerza de la mentalidad positiva. En octubre de 2012, los dos porteros habituales del Burton (Stuart Tomlinson y Ross Atkins), quedaron lesionados y a petición del técnico, apareció nuevamente inscrito como posibilidad para entrar en el terreno de juego si fuese necesario (el entonces inexperto y hoy titular Dean Lyness era la única solución bajo palos). Aquella sensación de, al menos, vestirse de corto por exigencias de un guion propio de la humildad de su contexto, aceleró las pulsaciones de Kevin. “Obviamente, no es algo que queremos hacer a largo plazo, pero le dije a Poole en el inicio del curso que si tenemos que hacerlo algún partido para que la entidad no gaste libras en préstamos de unos meses, sería útil y tendría mucho sentido. Además, él es el perfecto guardián, dijo el técnico Gary Rowett.

Este curso, ya en la 4ª división inglesa pero igualmente profesional y con medio siglo a sus espaldas, lo ha experimentado en dos nuevas ocasiones. Varios problemas con los porteros del club le situaron en el banquillo con el número 13 en su poder, siendo una alternativa real ante el Wycombe Wanderers el 5 de octubre y ante el Mansfield el 26 de noviembre. Curiosamente, en ambos partidos ‘su’ Burton Albion venció, sumando seis puntos que le sirven junto al resto de resultados de la temporada, para luchar por el ascenso que ahora mismo sí lograrían los ‘Cerveceros’ (son 3º en League Two). Sería la última meta por superar del todavía, y seguramente para muchas décadas, jugador más veterano del fútbol profesional mundial. Ya no sale los sábados por la noche, no bebe un vino más de la cuenta, hace tiempo que no domina las nuevas tecnologías y habla siempre en pasado de sus historietas con la pelota, pero aun no tuvo tiempo de sentirse viejo. Kevin Poole es único, es joven a los 50…

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