Histórico
12 enero 2014Jose David López

Balón de Oro: Un galardón vacío

No soy muy adepto de los grandes premios a nivel individual. Galardones que con el potencial comercial que hoy en día adquieren, han perdido parte del romanticismo y poesía que desprendía en sus inicios. El más grande de todo ellos sigue siendo el Balón de Oro, que resiste a los golpes y heridas que sus patrocinadores y defensores se empeñan en asestarle cada mes de enero. Parte de esa falta de interés, lo ha suscitado en los últimos años la alarmante ausencia de criterio a la hora de elegir a los ganadores. France Football, se basaba históricamente en estadísticas, exigencias y rendimiento global a lo largo de un año natural, algo que sí lograba premiar al jugador más brillante en el año analizado.

Sin embargo, últimamente, sobre todo desde su fusión con la FIFA (que antes otorgaba además su particular premio denominado FIFA World Player), ha ido cediendo a presiones externas y decisiones conflictivas, poniendo en duda el criterio actual y los ganadores del premio en sus primeras ediciones. Messi levantó el Balón el pasado año. Nadie duda de su categoría, de su inteligencia, de su dinamismo y de que no tiene rivales que frenen su liderazgo en el fútbol actual. Tampoco dudan hoy la gran mayoría que asume que el mejor del curso 2013 ha sido Cristiano Ronaldo y sus estadísticas destructivas. Pero sí se cuestionaba irremediablemente si, con él, se elige al mejor o al más efectivo en el año natural que se debe examinar.

Sería osado increpar al argentino como mejor jugador del planeta o al portugués como el más espectacular del año, pero no lo es ni mucho menos poner en tela de juicio si, por ejemplo, el galardón de hace un par de años lo merecía por delante de sus compañeros Iniesta y Xavi que lo superaban en títulos y que venían de ganar con España el Mundial siendo referentes de un estilo que reina y que es la envidia del fútbol mundial. Es más, aquella tarde de enero de 2011 donde se hablaba de la cantera del Barcelona como modelo sobrenatural que había logrado colocar a los tres mejores jugadores del momento en su plantilla gracias al trabajo desde las divisiones inferiores, el propio Messi cuestionaba su favoritismo previo.

Iniesta, vital en tantas tardes con la camiseta azulgrana y campeonísimo en todas y cada una de las entregas que recibió Messi, había marcado el gol que pasaba a la historia del fútbol español en la final del Mundial 2010. Un momento clave, una definición sin igual y una reseña insuperable si queremos buscar el momento culmen de un año futbolístico donde se reunieron todas las selecciones del planeta. Xavi, piedra angular del esquema que enamora, amigo de todos, socio en corto y en largo y, además, asistente natural con Barcelona y la ‘Roja’, acumulaba los mismos méritos y, además, su constancia tras haber sido ya elegido mejor jugador de la Eurocopa 2008, reflejaba méritos contrastados (incluso Sneijder habría merecido mucho más respeto). Dos compañeros, tres amigos y un ganador, Messi, cuestionado por el formato de la elección, no por la capacidad que atesora. Y algo similar ocurrió este curso, cuando el que mayor gloria disfrutó a nivel individual y global fue Ribery con su Bayern ‘multi-campeón’. No se puede ignorar el palmarés y sus méritos en obtenerlos, pero el galo se quedará otra vez sin un premio que, en ediciones anteriores, sí hubiera levantado.

Por todo ello, con la evolución de fútbol, las reglas han seguido el mismo camino y la FIFA parece que ha adquirido un poder notable en la elección de este galardón. El mismo, que fue capaz de dar el premio a jugadores como Fabio Cannavaro, SammerPaolo Rossi exclusivamente por sus grandes actuaciones en fases finales a nivel internacional. El mismo, que evitó que Laudrup, Romario, Maldini, Raúl o el ya citado Xavi (me parece un sacrilegio para un jugador que marca tendencia y que ha cambiado la historia desde la base en Barcelona y Selección Española), hayan quedado aislados de su palmarés. Un premio insustancial. Un galardón cada vez más vacío de simbolismo.

Todos los Balones de Oro en nuestra sección expecial

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