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27 noviembre 2013El Enganche

Real Madrid: Días para Casemiro

Casemiro - Real Madrid

Por Alberto Piñero (@pineroalberto), periodista cobertura diaria Real Madrid

Pocos podían imaginar que la lesión de larga duración de Sami Khedira podría abrir semejante debate en el Real Madrid sobre la brecha que se cernía en el engranaje del equipo blanco. Con escasa relevancia mediática y unas características futbolísticas poco vistosas a su vez, el germano no es precisamente un futbolista que digamos atractivo. Es más bien el mecánico que aparece rezagado en las fotos, vital para el buen funcionamiento de todos los dispositivos, pero siempre por detrás del piloto con las botellas de champán. Y sin embargo, la ausencia del ‘6’ blanco ha recibido trato de auténtica estrella, tanto en los medios de comunicación, como dentro del vestuario merengue. Algo tendrá cuando entrenadores como José Mourinho, Joaquim Low, y Carlo Ancelotti le consideran ‘titularísimo’, evidentemente.

Aunque, dicho sea de paso, no hay mal que por bien no venga. Y si bien parecía abrirse una época traumática sin el todoterreno germano, ya en el primer partido el pasado sábado ante el Almería se vislumbró un recurso que tiene emocionado al madridismo: la dupla Xabi Alonso-Asier Illarramendi en el centro del campo, en un 4-2-3-1. Dos ‘tocones’ de características similares, con un excelente reparto del balón, visión de juego, y control de los partidos. Por separado son exquisitos ambos, pero juntos son ya un lujo al alcance de pocos equipos en el mundo. No hay jugadores que puedan aportar más equilibrio en la medular al Real Madrid que ellos. Fórmula, esperanzadora. El descubrimiento es más que ilusionante. Y por si no fuera suficiente, o por si algún día no hubiera opción de construir esa dupla donostiarra en la medular, aparece tras la esquina Casemiro. Y hoy, es su día.

Casemiro apareció como perla en un Sao Paulo que lo elevó, le ofreció cartel internacional y acabó abriéndole la puerta por diferentes polémicas y por su aumento de peso

Que este miércoles ante el Galatasaray podría tener su primera oportunidad de ser de la partida en el Real Madrid tras la ‘desaparición’ de Khedira. Para Ancelotti, el brasileño es el jugador con más parecidas características al ‘6’ alemán, su relevo natural dentro del 4-3-3. Todavía no ha explotado en el equipo blanco, el técnico de Reggiolo quiere dosificarle, debido a su insultante juventud, pero el ex del Castilla siempre deja detalles de que se puede confiar en él. De que hay en él madera de buen pelotero.

Casemiro - Brasil Con un físico imponente y un hambre desbordante, Casemiro no es sin embargo el clásico tronco que se ha impuesto en el centro del campo en el fútbol moderno. Es mucho más que eso. Jugador de mucho recorrido y valiente arranque, también goza de una notable técnica y una buena visión de juego. Ejemplo de ellos son sus goles en pretemporada, o mismamente, el chut al palo y posterior asistencia del pasado sábado en Almería. Si alguien ve en Casemiro a un tronco, quizás lo más justo sería compararle entonces con aquél que inició esta tendencia años atrás: un Patrick Vieira que además del físico aportaba unos conocimientos futbolísticos y una conseguida técnica al Arsenal y la selección francesa. Lástima que, tras él, muchos entrenadores se conformaran sólo con la mitad de las cualidades del galo para sus equipos.

Cuando más se deseaba ver la dupla Xabi Alonso-Illarramendi, Ancelotti explora la posibilidad de Casemiro. Sin Khedira, está ante sus días de oro. O aprovecha, o quedará en el anonimato

Casemiro no se reduce únicamente a ese perfil bajo sin embargo. Es más que eso. Ese traje le queda demasiado estrecho. Joven, su proyección es ilusionante. Es de suponer que, igual que le sucede a Khedira en Alemania, no llega cualquiera a la selección brasileña. Y el ex del Sao Paulo lo consiguió. Casemiro es el saxofón dentro de la orquesta sinfónica que es el Real Madrid. No forma parte habitual de la selecta formación, pero cada vez que tiene oportunidad de sonar, desprende personalidad a raudales. No es como los violines, finos estilistas de sonido puro, como Xabi Alonso o Illarramendi. Pero tampoco como los timbales, de sonido grueso y aplastante, como resuena en las cabezas de los porteros contrarios cuando ven a Cristiano Ronaldo correr hacia ellos. Casemiro tiene la melodía de unos y el empaque de otros, con una capacidad de atracción única. Cuando juega te envuelve, te hechiza. Con esos detalles de fino artista en un cuerpo de pintor de brocha gorda. Técnica, táctica y personalidad que bien valen pulirlas adecuadamente. Porque hay en él madera de buen pelotero, de futbolista grande, con permiso del gran Vieira.

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