Histórico
5 noviembre 2013El Enganche

Juventus: Turín, la tumba de los ‘galácticos’

Nedved - Juventus

Por Alberto Piñero, periodista cobertura diaria Real Madrid (@pineroalberto)

Verano del año 2000. No había pasado ni un mes desde que el Real Madrid ganara su octava Copa de Europa en París, frente al Valencia. Era la segunda en apenas tres años, pero aun así, las urnas en las elecciones presidenciales dictaron un cambio de gobierno en el club madridista: Florentino Pérez se convertía en el presidente del Real Madrid el 17 de julio, y con él dio comienzo a la era de los galácticos en Concha Espina. Esa era la filosofía del todavía presidente de ACS: “los mejores jugadores deben estar en el mejor club del mundo”. Y el primero en caer fue Luis Figo, la estrella del Barcelona y Balón de Oro. En 2001, Zinedine Zidane, que venía de guiar a Francia a ganar un Mundial y una Eurocopa. Un año después, Ronaldo, recién campeón del mundo con Brasil. En 2003, David Beckham, el jugador galáctico por antonomasia, debido a su tirón publicitario además de su talento sobre el césped.

Unidos a los Raúl González, Iker Casillas o Roberto Carlos, semejante elenco de estrellas fue la envidia del mundo entero durante los primeros años del nuevo milenio. Por los títulos, que no fueron pocos: dos Ligas (2001 y 2003), una Copa de Europa –la Novena ante el Bayer Leverkusen-(2002), una Supercopa de Europa (2002), dos Supercopas de España (2001 y 2003) y una Copa Intercontinental (2002). Pero sobre todo, por el fútbol que desplegaban todos estos jugadores juntos. A ráfagas, quizás. ¡Pero qué ráfagas! Era un equipo de ensueño, más propio de un videojuego, que de la vida real. Durante algún tiempo, los ‘Galácticos’ tuvieron conquistado al mundo. Sin embargo, el fulgor de todas esas estrellas poco a poco fue apagándose. Florentino Pérez argumentó en 2006, cuando abandonó la presidencia, que había maltratado a sus jugadores y les había confundido. Aunque uno de los grandes ‘varapalos’ que inició ese caos, llegó precisamente en Turín…

Trezeguet - JuventusCon la perspectiva del tiempo, quizás fueran más influyentes acontecimientos puntuales como la marcha de pilares como Vicente Del Bosque, Fernando Hierro y Claude Makelele; o la mala elección de los entrenadores y los fichajes en los últimos años de presidencia. O también, por qué no, partidos puntuales que sirvieron de punto de inflexión, como la final de Copa perdida ante el Zaragoza en 2004, o las tres eliminaciones en Champions League antes de tiempo, entre 2003 y 2005. Dos de ellas, por cierto, a manos de la Juventus. El que precisamente es su rival este martes, en un lugar que es obra y parte del descalabro galáctico. Ciudad, Turín, que fue tumba del anterior proyecto de Florentino Pérez, que desde entonces no ha vuelto a mirar a los ojos a la Vecchia Signora hasta esta misma temporada. Será un reencuentro especial para el presidente por tanto, ya que una victoria en el nuevo Juventus Stadium dejarían a los bianconeri casi fuera de la presente edición de la Champions: la oportunidad de la vendetta ansiada durante prácticamente diez años.

Desde Trezeguet a Nedved pasando hasta por Zalayeta, la lista de ‘verdugos’ turineses del Real Madrid, tiene una lista larga de protagonistas, aunque un epicentro principal al que debilitar, Florentino Pérez

Pues fue en mayo de 2003 cuando se encontraron por primera vez ambos equipos bajo el mandato de Florentino Pérez. Semifinales de la Champions League, y el Real Madrid ganó 2-1 en el partido de ida, celebrado en el Santiago Bernabéu. Marcaron Ronaldo y Roberto Carlos, y aunque el gol de Trezeguet dejaba la eliminatoria abierta, entre el madridismo había una fe ilimitada en que su equipo alcanzaría la que sería su cuarta final en los seis últimos años. La temporada anterior se había ganado la Novena, la Juventus daba buenas vibraciones al haber sido el rival de la Séptima, y en aquella edición de la Champions ya se había superado a la Roma, Borussia Dortmund, Milan y Manchester United (con aquel glorioso partido de Ronaldo en Old Trafford). No había otra opción en la Casa Blanca que no fuera la de alcanzar la final. Sin embargo, nada salió bien en el partido de vuelta en el Stadio Olimpico.

Ronaldo no pudo ser de la partida porque estaba enfermo, Trezeguet puso a los bianconeri en ventaja en apenas doce minutos en un fallo global de la defensa, y Del Piero tumbó a Hierro para poner tierra de por medio justo antes del descanso. Figo fallaría un penalti incluso, en el minuto 68 y con 2-0 en el marcador, para que apenas cinco minutos después Nedved rompiera el sueño blanco con una volea al contraataque. Zidane maquillaría el resultado al final (3-1), pero el destino estaba escrito ya. El todopoderoso Real Madrid decía adiós al sueño de la Champions League ante una Juventus a la que nadie daba por favorita. La final determinó que sería el Milan de Carlo Ancelotti el campeón de Europa ese año, finalmente, por cierto. La decepción fue grande en la Casa Blanca, pero la conquista del título de Liga mitigó de alguna manera los sollozos.

Zalayeta - Juventus

La temporada siguiente era, a priori, el momento de reivindicarse. Florentino Pérez por fin se abrió a la opción de fichar defensas además de Balones de Oro, y junto a Michael Owen llegaron Walter Samuel y Jonathan Woodgate. Sin embargo, aquel curso no fue sino la confirmación de que el declive era ya imparable. José Antonio Camacho apenas duró unas semanas en el cargo de entrenador, le sustituyó García Remón -que duró sólo tres meses-, para que Vanderlei Luxemburgo fuera el técnico encargado durante el segundo tramo del curso. Demasiados cambios como para enfocarse únicamente en el fútbol. En Liga nunca llegó a ser líder, en Copa fue eliminado por el Valladolid en octavos, y en Champions League tuvo la mala fortuna de encontrarse de nuevo con la Juventus de Fabio Capello. El gran equipo que luego deslumbraría en la Italia campeona del Mundo en 2006, antes de que el Calciopoli echara todo por tierra. Una Juventus que sería la que terminaría por dar la penúltima palada en el inevitable entierro galáctico.

Eran apenas los octavos de final, y el Real Madrid ganó en la ida por un 1-0 (gol de Helguera) que dejó la eliminatoria más que abierta. Habían sido netamente mejores los blancos en el Santiago Bernabéu, pero no pudieron derribar el muro bianconero y nuevamente tocaba jugársela en Turín. Y nuevamente sin garantías absolutas de clasificarse. Como así quedaría demostrado en un partido muy ajustado y tosco por parte de ambos equipos. Sólo llegado el minuto 74, la Juventus lograría romper la igualdad en el marcador, y sería Trezeguet, con un gol calcado al de dos años antes. En la prórroga, y a sólo seis minutos de los penalties, Zalayeta terminaría por certificar la machada merengue al marcar de fuerte disparo tras un mal rechace de la zaga del Real Madrid. La eliminación se había consumado, con un semidesconocido como Zalayeta haciendo de verdugo. Otra vez en Turín además, por segunda vez en tres años. La desdicha era completa entre el madridismo, sin duda. El espíritu de los galácticos, irrecuperable ya.

Cada temporada aciaga en Europa, coincidió durante la etapa de los ‘Galácticos’, con el equilibrio y competitividad de la Juventus. Durante años, frenó expectativas bñancas y ahora hay ‘vendetta’ de fondo.

De hecho, la temporada siguiente, Florentino Pérez abandonó definitivamente la nave merengue en febrero. Acababa de despedir a Luxemburgo para dejar en el cargo a López Caro. El Arsenal había tomado el Santiago Bernabéu en la ida de los octavos de final de la Champions, y el Mallorca también les ganó en Liga esa misma semana. Aquella sí que fue la última palada. Los dos equipos de rojo terminaron de completar lo que los turineses de blanco y negro habían iniciado unos años antes. La época de los galácticos tocaba a su fin, los ‘Zidanes y Pavones’ pasaron a mejor vida. Quién sabe qué hubiera pasado si el Real Madrid no se hubiera encontrado con la Juventus en esas dos ediciones europeas de forma casi consecutiva. Si no se hubieran dado todas aquellas erráticas situaciones. Florentino Pérez seguro que todavía se lo seguirá preguntando desde el palco del Juventus Stadium cuando este martes el balón comience a rodar.

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