Histórico
23 agosto 2013El Enganche

Real Madrid: Xabi Alonso, una fractura, una cigarra y la hormiga

Xabi Alonso 2013

Por Alberto Piñero (@pineroalberto), periodista cobertura diaria Real Madrid

Antes de que videoconsolas, smartphones, reproductores portátiles de música, ordenadores portátiles, tabletas y redes sociales fagocitaran a niños, adolescentes y resto de personas en general, existían unos cuentos populares con moraleja para entretener y educar a los más pequeños. Eran las llamadas fábulas. Y había una sobre una cigarra y una hormiga particularmente representativa del valor de ser previsores en la vida. No lo era la cigarra, muy corta de miras, que se pasaba todo el verano cantando al aire libre al calor del ‘Lorenzo’. Y sí su compañera la hormiga, que sabiendo que el invierno podría traer consigo el frío y el hambre, se pasaba todo el verano recolectando comida. No era agradable para ella, y de hecho el resto de la fauna del campo la miraba con recelo, desconfianza y hasta cierta sorna. Como se hace con aquellos genios que rompen la monotonía con sus innovaciones. No hace falta decir quién rio la última cuando pasó el otoño. Y quien no lo sepa, podrá ‘googlearlo’ de todas formas.

El caso es que si es bien probable que muchos de los jóvenes de nuestro país quizás no hayan visto jamás a una cigarra, más allá de las granjas de Facebook se entiende, los hay todavía que sí recuerdan la moraleja que nos enseñó aquella hormiga. Y entre ellos, parece que de los que habitan por la planta noble del Santiago Bernabéu sí los había que conocieran la fábula. Pues en el mercado de fichajes del Real Madrid este verano actuaron cual hormiga, haciendo contrataciones que el gran público veía costosas, y para puestos que estaban relativamente cubiertos, llevándose así algunas críticas tan maliciosas como llenas de ignorancia. Y es ahora, cuando ha llegado un particular invierno, el de Xabi Alonso, que ha demostrado la dureza del frío ante aquellos que fueran poco previsores.

Xabi Alonso 2013Poco se puede añadir a lo que ya se conoce de él, de su talento y, sobre todo, de su arraigo en el engranaje del Real Madrid. En años anteriores, y el que tendría en este equipo dirigido por un Carlo Ancelotti que dice haber identificado ya cuál será “la llave” para hacer jugar bien a este equipo: el equilibrio en el centro del campo. Y quién mejor para lograr ese objetivo que un futbolista con la pericia táctica y la personalidad del tolosarra, el auténtico mariscal de la medular madridista. De ahí que la lesión que sufriera el ‘14’ blanco este miércoles fracturándose el quinto metatarsiano de su pie derecho sea una pérdida superlativa para el club merengue.

Y diremos superlativa, que no irreparable. Porque gracias a que el Real Madrid se comportó como la más previsora de las hormigas, esta impertinente lesión de Xabi Alonso no es tan gravosa como hubiera sido seguro en el caso de producirse algún mes atrás. Sí para el jugador, que sobrepasa ya la treintena, y que viene de otra operación delicada como es la de la pubalgia. Estaba casi recuperado y ha recaído en el momento que empezaba a vislumbrar la luz al final del túnel. Malo para su físico, y también para su moral. Pero como decíamos, no tanto para el club en cuestión. Pues hoy podemos decir que sí hay hombros en los que dejar caer la responsabilidad de la ausencia de Xabi Alonso. Hoy.

Y ahí está Asier Illarramendi para responder a la llamada de Ancelotti, para responder a la necesidad del Real Madrid de un metrónomo para su centro del campo. ‘Treinta y nueve millones de euros para un jugador que no tendrá minutos con Xabi Alonso y al que van a cortar la progresión’, decían. Pero claro, los había que no contaban con que el de Tolosa ya venía arrastrando una pubalgia, sembrando tantas dudas como certezas sobre su físico, y que su renovación también estaba en el aire. Hablar de buscar un relevo natural para Xabi parecía un tema tabú en el Real Madrid, bien por la dificultad de encontrarlo, por la ilusión de que no tuviera que ser así, o por ambas cosas. Afortunadamente para el porvenir del club, los hubo en la planta noble del Bernabéu que sabían que ser previsores en este caso era apostar a caballo ganador. Que no querían tener que esperar al frío para lamentarse de no haber completado una buena recolección durante el verano.

Y al final, esa decisión, la de fichar a Illarramendi y, en menor medida, cerrar el ascenso de Casemiro, ha terminado por ser más que preciada hoy. Antes incluso de lo que cabía pensar.  Evitándose así el mal trago de acudir al mercado de fichajes en esta última semana, más parecida a una pequeña tienda de alimentación, por el escaso género y el alto precio, que a los grandes almacenes que simulan ser en junio. Así lo hubiera deseado hacer cualquier cigarra. Así nos lo enseñó la hormiga hace tiempo. Mucho antes incluso de que todos pudieran consultar los partes médicos de los clubes desde sus teléfonos móviles.

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