Histórico
11 julio 2013El Enganche

Mundial Sub’20: Cuna de grandes futbolistas

Por Andrés Cabrera (@Andres_inter):

Escaparates en el mundo del fútbol hay muchos, pero pocos de tanto relumbrón como el Mundial Juvenil que organiza la FIFA cada dos años. El campeonato nació en 1977, y desde entonces se ha disputado ininterrumpidamente.  Muchos son los jugadores que han disputado este torneo, algunos ya llegaron a la cita mundialista con la aureola de estrellas, otros tantos, pese a despuntar aquí, no alcanzaron cotas tan altas. Hoy les hablaremos de grandes futbolistas que han pasado por el Mundial Juvenil, pero sin recurrir a los tópicos. Maradona, van Basten, Figo, Henry, Ronaldinho, Iniesta o Messi ya tienen fama suficiente. Es el turno de hablar de otros jugadores que comenzaron a ganarse un nombre en este campeonato.

La primera edición se disputó en Túnez y coronó a la URSS. Ese equipo se nutría en buena mediad del Dinamo de Kiev, esa generación fue la que ganaría la Recopa de Europa al Atlético de Madrid en 1986, y haría las delicias del campeonato soviético en la década de los ochenta. Si un hombre destacó por encima de todos en aquella cita africana, sería el lateral diestro, Vladimir Bésonov, nombrado mejor futbolista de aquel Mundial. El jugador nacido en Járkov era un defensa atípico, sus subidas por la banda, e incluso entrando por el medio, le convertían en un defensa con una gran proyección ofensiva. Bésonov fue una de las últimas estrellas del fútbol soviético. Terminó sus días de futbolista en el Maccabi Haifa, tras tirarse toda una vida defendiendo los colores del Dinamo de Kiev.

Damos un salto en el tiempo, nos situamos en 1983. En las ediciones anteriores (1979, 1981) habían brillado con luz propia Maradona y Francescoli, respectivamente. Del campeonato disputado en México en el 83’, destacan nombres como Bebeto, Dunga, van Basten, pero vamos a hablar de un jugador que pasó sin gloria por el torneo, Toni Polster. Es considerado como uno de los mejores jugadores austriacos de la historia, en La Rioja, Vallecas y Sevilla dan buena fe de ello. Un delantero prolífico que hizo más de 350 goles en su carrera, pese a nunca estar en un grande. Anecdóticamente, Austria fue el peor equipo de aquel Mundial. Polster supo levantar el vuelo.

Dejando a un lado la cita de 1985, en la que se salvan dos porteros, Taffarel y René Higuita, el segundo casualmente no jugó ni un solo minuto, llegamos a 1987. El Mundial Juvenil lo organiza Chile, el país entonces dirigido por Pinochet encumbró a Prosinecki. Un jugador al que las constantes lesiones no le permitieron llegar más alto, pero no cabe duda la gran calidad técnica que atesoraba. En España pasó por Real Madrid, Oviedo y Barcelona, todo esto tras ganar la Copa de Europa con el Estrella Roja. En el ocaso de su carrera firmó uno de los contratos más peculiares de la historia. En el año 2000 fichó por el Dragovolojac croata, si el equipo ganaba le invitaban a una comida, si perdían, Prosinecki invitaba a todo el equipo a comer.

En el año 1989, se coronaba la Portugal de los Fernando Couto, Paulo Sousa o  João Pinto. No eran las únicas estrellas de aquel Mundial. Argentina contaba con Bonano o Simeone. Brasil con Sonny Anderson o Leonardo. En España tomaban parte Cañizares, Ferrer o Urzaiz, entre otros. No obstante, el romanticismo de la URSS con Oleg Salenko y Onopko no tenía rival. El primero, será eternamente recordado por los cinco goles anotados en el Mundial de 1994 ante Camerún, hito que nadie ha igualado hasta el momento. Del segundo, que podemos decir, 108 partidos con Rusia (cuatro bajo el nombre de CEI, durante la Eurocopa de 1992), y una leyenda de nuestro fútbol. Oviedo nunca olvidará al bueno de Víktor.

De la edición organizada en 1991 por Portugal, la cual reeditó el título, hay tantos nombres que casi se analizan por sí solos: Esnaider, Pochettino, Pellegrino, Andy Cole, Luis Figo, Rui Costa, Paolo Montero, Dwight Yorke, Patrik Andersson… En el siguiente Mundial Juvenil no despuntaron tantos futbolistas, uno de los que sí lo hizo, tuvo una de las historias más trágicas del fútbol. Marc-Vivien Foe disputó los tres partidos que su selección, Camerún, jugó en el Mundial Sub-20 de Australia. Justo diez años después perdía la vida en otro torneo organizado por la FIFA, en este caso la Copa Confederaciones de Francia 2003.

En la cita de 1995 en Qatar, jugó una de las leyendas del fútbol español, Raúl González Blanco. La estrella madridista hizo tres goles en el campeonato, lejos del máximo goleador, el también español, Etxeberria, que hizo siete. En 1997 la remesa francesa, que abastecería a Francia a finales de siglo y principios del siguiente, fue espectacular. Trezeguet, Henry, Anelka, Silvestre, Gallas, Sagnol o Landreau jugaron este Mundial. Los galos no consiguieron pasar de cuartos. Argentina se proclamó campeona con los Aimar, Cambiasso, Riquelme, Walter Samuel…

La mayor alegría para España en estos mundiales juveniles se dio en 1999. España se proclamó campeona en Nigeria. Xavi y Casillas, destacan en la actualidad por encima de todos los nombres  de aquella convocatoria. En esa cita también estuvieron Ronaldinho, Ashley Cole, Rafa Márquez, Santa Cruz, Duff, Keane o Forlán. Ninguno de ellos consiguió hacerse con el galardón de mejor futbolista del torneo, ese privilegio correspondió a Keita. Un completo desconocido, por aquel entonces, de la cantera del Marsella, hizo las delicias en aquel Mundial. Seydou pasará a la eternidad por pertenecer a uno de los mejores equipos de las historia, el Barcelona de Guardiola.

El Mundial de 2001 se resume con Saviola, Kaká y poco más. Del 2003 en adelante han ido apareciendo futbolistas que se proclamarían campeones del Mundo con España en 2010, el primero sería Iniesta precisamente en la cita de 2003. Aunque en esta edición también se comenzaría a gestar otra selección, la colombiana, y es que Freddy Guarín ya comenzaba a tomar las riendas del combinado cafetero. El protagonismo, y la trascendencia de Guarín ha calado allí por donde ha pasado, sobretodo en Oporto e Inter de Milán. No es ninguna locura decir que es el jugador más valioso, en la actualidad, del equipo neroazzurri.

Del 2005 al 2007 la ristra de grandes jugadores que disputaron los mundiales de Holanda y Cánada es eterna. Valga este prototipo de once: Adler, Zúñiga, Piqué, Filipe Luis, Fábregas, Vidal, Messi, Mata, Silva, Agüero y Falcao. Que me perdonen Luis Suárez, Cavani, Di María o Llorente, pero no hay sitio para ellos con la sobrepoblación que hay en la delantera en este utópico once. Cabe destacar que en ambas ediciones la campeona fue Argentina, la primera con Messi al mando, la segunda con un joven Agüero, que ya llevaba un año en el Atlético de Madrid.

Ghana se ha convertido en este siglo en la mejor selección africana. Ha sido la única del continente negro en alcanzar la fase eliminatoria de los dos últimos Mundiales. Para más inri, en 2009 ganó el Mundial Sub-20 organizado en Egipto. Destacaban Ayew o Mensah, pero el mejor jugador del campeonato fue Adiyiah, un futbolista caído, a poco menos que al olvido. En aquel Mundial fue el máximo anotador, aparte de ser un desparpajo de cualidades ofensivas que le valieron el galardón de mejor futbolista. Este fantástico torneo le llevo a fichar por el Milan, y jugar el Mundial de Sudáfrica. A día de hoy, sigue perteneciendo al equipo rossonero, pero está jugando como cedido en la Serie B, con la Reggina.

El Mundial Sub-20 precedente al actual de Turquía, sirvió de escaparate a muchos futbolistas, que no dejan de ser mirlos, pero que tienen un futuro prometedor y están en clubes propicios para ello. Isco (Real Madrid), Koke (Atlético de Madrid), Tello (Barcelona), Griezmann (Real Sociedad), Lamela (Roma), Coutinho (Liverpool), Oscar (Chelsea), Juan Jesús (Inter), James Rodríguez (Monaco) o Luis Muriel (Udinese). Estos ejemplos sirven de inspiración para los jugadores que en estos días están despuntando en tierras otomanas, pero han de recordar que esto no deja de ser un torneo, a lo sumo, de siete partidos. Hacerlo bien aquí no garantiza el éxito futuro, pero el Mundial Sub-20 es el mejor trampolín.

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