Histórico
19 abril 2013Jose David López

Florian Thauvin: La zurda habilidosa del Bastia-Lille

Florian Thauvin - Bastia 2013

Un centro de afamada reputación como Clairefontaine (epicentro de promesas de la selección francesa), una académica enseñanza en clubes perfectamente adiestrados desde hace décadas (Lyon, Rennes, Montpellier, Nantes…) y una interminable lista de clubes inferiores que experimentan con ellos para conocer sus aptitudes, capacidades e impulsos para convertirse en jugadores de élite. Todo, para incendiar cada año el interminable entramado de jóvenes valores que genera, crea e impulsa el fútbol francés. Impera el físico, se multiplica el valor de la potencia y cada vez existen más ejemplos para reivindicar el éxito de su mezcla cultural-social, extrapolada al fútbol. Una aglomeración continua y extensa de jóvenes magrebíes, africanos y hasta de ultramar, que colorea de talento y atrevimiento la Ligue 1 campaña tras campaña. Pero eso no frena la capacidad regenerativa de quienes nacieron en suelo galo y alcanzaron la élite superando el cada vez mayor obstáculo competitivo de sus categorías inferiores. El último exponente es Florian Thauvin.

Se trata de un extremo, jugador de mucha presencia en banda, pero con recorrido y amplitud, porque se deja ver en numerosas ocasiones por detrás de un punta. Si armáramos un once concreto, su posición ideal sería la de jugador ofensivo por la izquierda (aunque también ha jugado pr la derecha) en un 4-3-3 o en un 4-2-3-1. Destaca principalmente por sus habilidades técnicas, un ritmo de juego siempre muy alto que le facilita generar acciones dinámicas, de ruptura, desequilibrio y bastante imprevisibilidad, aunque siempre con elegancia en movimientos y terriblemente habilidoso en carrera. Buena actitud asociativa, suele preferir salida por exterior ya que la pierna derecha no está aún al nivel de su gran zurda y se ofrece constantemente en corto o entre líneas para buscar espacios incómodos para el rival.

Y todo esto, con apenas 20 años, en el mejor momento de su aún cortísima carrera y aprovechando la inspiración de un curso ideal que lo coloca ya como una de las grandes promesas francesas del curso en la Ligue 1. Decía su entrenador en el Bastia hace unas semanas, el singular Frederic Hantz, que está orgullosísimo de ver el crecimiento de Thauvin, la capacidad para echarse el equipo a sus espaldas y la facilidad acumulada en los últimos meses para decidir partidos en sus acciones individuales. Todo, en el club sardo que tras regresar a la primera línea este curso, lucha para mantenerse en ella y no descender. Gran parte de los méritos ya acumulados para que eso no suceda, se los debe a su joven perla, considerada por su entrenador como “el mejor jugador joven con el que tenido el gusto de trabajar”.

Nació en Orleans, una comuna a algo más de cien kilómetros de París y pasó por infinidad de clubes humildes de los diferentes barrios de la capital. Tras aprender en todos ellos un estilo más urbano y desenfadado, se unió a las categorías inferiores del Chateauroux (habitual de divisiones inferiores en Francia), hasta que a los 15 años se trasladó a Grenoble, dando su primer salto importante pues debutó en Ligue 2 muy joven. Impresionó al club de los Alpes, aprovechó un par de eliminatorias coperas para mostrarse ante clubes más poderosos y hace dos campañas lo adquirió su actual club, un Bastia que buscaba ascender desde el tercer nivel del fútbol galo hasta la élite y que lo ha conseguido en tiempo record. Le costó ganarse hueco porque jugó más con los reservas y porque su rol era de jugador revulsivo, pero ya este curso rompió dudas y debutó en la Ligue 1 para no parar de crecer.

La clave para su ascensión fue la salida de Sadio Diallo al Rennes (jugador determinante hasta ese momento), pues ocupó un lugar en el ataque, aprendiendo de jugadores experimentados como Jerome Rothen y Toifilou Maoulida pero también apostando fuerte sus bazas junto a otra perla en explosión como Wahbi Khazri. Habilidoso, muy veloz, técnicamente notable y siempre con una revolución más que sus rivales, sus regates y desbordes se han convertido en un arma determinante del Bastia. Suma 25 partidos este curso con 5 goles y 3 asistencias, registros que llamaron la atención de clubes más poderosos este pasado invierno. Tuvo opciones en Premier (Newcastle y Arsenal), también en Rusia (Spartak), pero decidió quedarse en la Ligue 1 para saltar rumbo al Lille. Los Dogues lo han firmado ya por 3.5 millones de euros pero lo dejaron cedido en Bastia hasta final de curso para que ayude a mantener en la élite a su equipo. Allí, su técnico asegura que “será jugador de Champions en un par de años” pero mientras, podremos disfrutarlo en suelo corso y, sobre todo, en el próximo Mundial Sub-20, pues es una de las estrellas salientes de la selección francesa. Florian Thauvin, el zurdo más habilidoso del futuro galo…

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