Es la hora de intentar combatir la pena máxima en el fútbol. Un penalti siempre ofrece una clara opción de gol al delantero rival, por lo que a lo largo de los años, los porteros han ido perfeccionando sus propias armas de defensa. La última, la vemos en el FC Kruoja-Suduva. El nerviosismo, la distracción, buscar desconcentrar al oponente y, desde luego, generarle todo tipo de dudas en el instante del golpeo. No será el último y no fue el primero, pero hacía tiempo que el fútbol no nos mostraba una estampa como la que ingenió esta semana el portero lituano Maris Eltermanis. Pasotismo ante el disparo que le iba a poner a prueba, dejadez para mostrar ignorancia ante la presencia del delantero y, finalmente, movimientos constantes que hicieran alterar a quien iba a ejecutar el penalti. ¿El resultado?….
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