Histórico
2 abril 2013Jose David López

Champions: Un Barcelona sobresaltado, saca pegada en París (2-2)

De no ser por la presencia de Tito Vilanova en el banquillo (regresando tras su interrupción), las sensaciones del Barcelona ante el entusiasmo y dinamismo del PSG, habrían sido clónicas respecto a la de hace unas semanas en Milan. Con la idea clarísima de cómo podrían debilitar la posesión y dominio azulgrana, Ancelotti ordenó fuerza-equilibrio y líneas juntas con Beckham-Matuidi en la medular y un imperial Thiago Silva ejerciendo de líder atrás. Y desde ese orden, el claro poder de la pelota en pies del rival, no significaba un problema. Lucas Moura con diagonales y arrancadas, así como Ibrahimovic ejerciendo de recepcionista de balones y Lavezzi merodeando alrededor de todos, pronto sacaron a relucir dudas defensivas. Pero fallar hasta tres claras ocasiones (una de ellas golpeando al poste), era excesiva permisividad.

Y es que solo hizo falta serenar diez minutos ese ritmo local para, con posesiones largas y más asociación interior, surgieran mejores sensaciones. En el primer espasmo defensivo local, Dani Alves había regalado con su exterior un pase sublime a Messi, que aprovechó con su zurda para volear mientras la zaga local salía. Un traspiés que elevó aún más la aureola del argentino en Europa al tiempo que sentía un ‘pinchazo’ inoportuno que lo sacaría del partido minutos después aprovechando el descanso. La lectura era positiva pues, sin encontrarse cómodo, sí había solventad cualquier duda gracias a su pegada, que ya marcaba diferencias ante la no premiada efusividad parisina.

La gestión de esa ventaja fue muy buena, hasta el punto que Alexis pudo refrendarlo aún con mayor solidez de haber tenido más determinación en sus definiciones. Y cuando mejores sensaciones transmitía, un par de problemas de lesiones, parones y situaciones alejadas de la pelota, acabaron por encontrar la fisura. Una jugada táctica donde Thiago Silva cabecea por alto con potencia, se encuentra con el poste y acaba remachando Ibrahimovic con la izquierda (tras haber fallado alguna más clara), llegando por cierto, en posición antirreglamentaria. Pero en esa tesitura, un balón a espaldas de la defensa acabó con Alexis derribado en el área y Xavi sabiendo aprovechar desde el punto de penalti. Dentro de esa inesperada fiesta final, se coló Matuidi que, llegando desde atrás, remató una pelota recepcionada por Ibra para ‘rescatar’ con la soga al cuello al PSG. Esa acumulación de problemas para la enfermería, fue la cara amarga, pero deja un marcador positivo para el Barcelona de cara a un Camp Nou que ya se ve en semifinales.

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