Histórico
20 febrero 2013David De la Peña

Milan: El juego de ocultar las carencias

Milan 2013

Hace tiempo, para desgracia de los aficionados rossoneri, que agarrarse a la grandeza cuando suena el ínclito himno de la UEFA Champions League ha dejado de ser una costumbre. La amenaza del Fair Play Financiero ha obligado a una completa remodelación en la plantilla del Milan, que ha visto como en unos pocos años los Ibrahimovic, Thiago Silva o Andrea Pirlo han abandonado la nave, sin olvidar que la edad de bestias competitivas como Nesta, Seedorf o Gattuso también han dejado mermado el nivel de uno de los clubes más importantes de todo el mundo. La temporada amenazaba caótica, pero, cosas del fútbol, el equipo de Massimiliano Allegri ha enderezado su rumbo en el campeonato doméstico hasta el punto de haber alcanzado, a 13 jornadas del final del torneo, una tercera plaza que daría opción de repetir en la madre de todas las competiciones. Algo impensable cuando en los primeros meses del curso, el equipo se veía rodeado, por arriba y por abajo, de todos los candidatos al descenso. Balotelli y una racha de 17 puntos de los últimos 21 cambiaron esa desastrosa dinámica.

Mario Balotelli ha sido un soplo de aire fresco en términos de ilusión. Un futbolista que tuvo actuaciones de primer nivel en la pasada Eurocopa, y que en su etapa interista -ojo a esto, porque es un matiz clave- ya se había declarado hincha rossonero. Mario ha respondido con rendimiento, goles, y se ha echado el equipo a la espalda en momentos clave. El gran problema para Allegri es que viene de disputar Champions con el Manchester City, y no podrá hacerlo con el Milan. Es decir, uno de los factores clave en la recuperación anímica y futbolística del equipo -y yo lo pondría, además, en ese orden-, no estará disponible para saltar a las plazas más difíciles. Es un panorama, por tanto, complicado, sobre todo si tenemos en cuenta que el que llega, además, es un FC Barcelona del que hace falta profundizar poco: es el club que hoy en día más respeto causa, por méritos propios, en todo el mundo.

A la llegada de Balotelli, eso sí, se han ido sumando futbolistas jóvenes sobre los que se debe edificar, como el propio Berlusconi indicó a principio de campaña, el futuro del Milan. En las últimas semanas el principal impacto está en Niang, que, a sus 18 años, se ha hecho con un hueco en el once titular. En el nuevo 4-3-3 de Allegri aporta profundidad en banda derecha, buena zancada para atacar los espacios y, fruto de su posición natural, donde jugó habitualmente en sus minutos con el Caen en Ligue 1 -delantero centro- aporta también buena llegada a zona de remate desde el perfil derecho. Niang es la aparición más reciente, aunque la gran sorpresa, por agradable, de la temporada, es Stephan El Shaarawy. Su nivel en el último mes y medio ha bajado (ha jugado con molestias por problemas en sus rodillas), pero el primer tramo de la temporada fue brutal. Arrancando desde la izquierda a pesar de ser diestro (donde él mismo ha declarado que más le gusta jugar) ha logrado cifras goleadoras fantásticas y un peso en el equipo decisivo a la hora de finalizar las acciones. Quizá esa merma física le ha restado un peso en el juego que sí tuvo a principio de año, pero en cualquier caso es uno de los grandes activos, tanto de presente como de futuro, que tiene el Milan a día de hoy. Otro de los jóvenes es De Sciglio, que ha demostrado una madurez y saber estar bastante ilusionantes. Capaz de jugar como lateral en ambos perfiles, su gran virtud es su fantástico pie para centrar en cualquiera de las dos bandas, algo que agradece un delantero de área como Pazzini.

Montolivo - Milan 2013Pero los jóvenes no garantizan competitividad inmediata, y menos en una competición tan exigente como es la Champions League, y es ahí donde el equipo tiene sus principales mermas. Si a la propia debilitación de la plantilla, sumamos que para esta ronda de octavos hay jugadores importantes que no van a llegar por problemas físicos -De Jong, Flamini o Nocerino– la cosa se pone aún más cuesta arriba. La baja de tres centrocampistas que garantizan trabajo en la zona ancha, y al menos, un recorrido en la élite más o menos importante como para poder rendir en un escenario tan exigente, será un gran déficit para Allegri. Además, Robinho es otro de los futbolistas que no está pudiendo tener continuidad recientemente, y probablemente el mejor Milan  que hemos visto (el que le ganó a la Juve y al Catania mostrando recursos que no le habíamos visto hasta entonces) fue con el brasileño compartiendo ataque con El Shaarawy y Boateng. Ese trío demostró movilidad, llegada a zona de remate y cierta técnica para guardar el balón en campo contrario. Además, hay que destacar que la temporada de un futbolista que había sido decisivo desde su llegada, como Kevin Prince Boateng, está bastante lejos de ese nivel.

Pero quizá el principal problema, al margen de las importantes ausencias de medio campo en adelante, sea el nivel de la defensa. La partida de Thiago Silva es un peso negativo demasiado grande. Zapata, Mexes o Yepes están lejos de la élite, y la exigencia desde la primera ronda eliminatoria va a ser máxima. Ya hemos visto un Milan con Allegri enfrentarse al Barça muy replegado y salvando todo en área propia, pero claro, argumentos clave en un contexto así, como Thiago Silva o Nesta, ya no están en la plantilla. La competitividad en el partido frente al Barça pasa por un buen filtro de su línea de medios, que, con las bajas comentadas, pierde a alguno de sus mejores futbolistas para una faceta de este tipo (sobre todo De Jong), y hombres como Montolivo no tienen la chispa ni la técnica defensiva necesaria para ayudar en ese sentido.

La realidad actual del Milan es bastante pobre, sobre todo nominalmente, y, aunque Allegri ha dado con la tecla en las últimas semanas para mejorar el rendimiento en Serie A, la realidad para esta eliminatoria frente al Barça es radicalmente opuesta. Las opciones de los italianos pasan por una defensa organizada a un nivel que parece complicado ver por el propio nivel de sus futbolistas, y, además, por un acierto técnico decisivo cuando el equipo se despliegue. En ese sentido Montolivo tiene bastante técnica para desplazar en largo, el problema para ellos es que ni El Shaarawy está fino últimamente, ni Niang está aún lo suficientemente maduro para ayudar a que el equipo salga en un escenario tan exigente. Por este motivo, quizá veamos a un Pazzini bastante importante en su juego de espaldas para que el equipo tome un poco de aire con juego directo. En cualquier caso, el partido será un cuesta arriba constante para los milanistas, que tienen carencias en muchas fases de su juego. Todo lo que sea mirar más allá de octavos para una entidad de la enjundia del Ac Milan, sería una sorpresa mayúscula.

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