Histórico
15 enero 2013Jose David López

Copa África 2013: Grupo B: Congo, Ghana, Mali y Níger

Este sábado día 19 de enero arranca la esperadísima Copa África 2013. Desde hace tiempo estamos ofreciendo una cobertura especial que tomó más forma con el análisis del Grupo A. Ahora seguimos con el Grupo B al que se unirán el resto con la idea de profundizar en las selecciones clasificadas y nuestras apuestas personales del torneo.

RD Congo: Sería imposible empezar el análisis de una selección que dejó para la historia una de las míticas imágenes en la leyenda singular de los Mundiales, la del icono Nwepu Ilunga y su rocambolesca desconexión durante una falta única en el primer nivel. Aquella estampa pertenece a Zaire en 1974 (mismo año que habían ganado su segunda CAN), más de una década antes de que el país entrara en una sucesión de guerras nacionales y el fin de un estado que fue renombrado. Su fútbol había tocado techo y había dejado su momento para los anales, algo que las nuevas generaciones no han logrado desde entonces. Tras años de rol secundario también a nivel continental, dos fracasos sonoros sin poder acceder a la fase final del torneo africano de manera consecutiva destaparon graves problemas de base que ha conseguido apartar momentáneamente un especialista en banquillos de selecciones como el francés Claude Le Roy. En su segunda etapa al frente de los Leopardos, ha colocado nuevamente en la élite a su proyecto, ahora inmerso en una regeneración absoluta que ha encontrado estabilidad. Un par de claves del siempre competitivo Mazembe (el club más poderoso del país y uno de los gigantes continentales) como el veterano portero Kidiaba, el central Kasusula o el killer Mputu, unido a la experiencia del reconocido Mbokani, el llegador Makiadi, el destructor Mulumbu, y varios defensores de cierta seguridad, han servido para que las metas vuelvan a divisar grandes futuras en un corto plazo. Una selección peligrosísima en un grupo donde tiene derecho a competir.

Ghana: Un penalti en la cabeza les condiciona desde 2010. Ese segundo en el que una pena máxima les pudo colocar por vez primera en la historia del fútbol como la primera selección africana en meterse en unas semifinales (aquél remate de Gyan). Una deuda pendiente excesivamente cara. No por las presiones futuras, sino por la merma psicológica que no lograrse supuso para el país y para esta generación. Las Estrellas Negras siguen siendo la selección más aguerrida, competitiva y equilibrada del continente, siendo además la que mejor provecho y administración ha programado con sus magníficas selecciones inferiores (que siguen alimentando cada vez con mayor celeridad a la absoluta). Un rol que abanderarán una vez más en este torneo que les coloca como alternativa clara al título por experiencia, peso y capacidad de una plantilla que, pese a todo, tiene más mermas de las esperadas. Las ausencias sensibles de Prince Boateng (lleva más de un año apartado por decisión personal), Muntari (insultó al anterior seleccionador) o Essien (tras sus graves lesiones, no ha vuelto a viajar con su país), ejemplificaban el recambio generacional con claridad, al que se unen las de sus últimas estrellas ‘europeas’, los hermanos Ayew (André por llegar tarde a la convocatoria ganándose un castigo y Jordan por diferencias con el seleccionador, que ahora es Akwasi Appiah). Y pese a ello, nadie duda de que sin ser brillantes, sí serán sólidos. Lo asegura la experiencia de Asamoah, Derek Boateng, Badu o Annan en la medular, pero también la fuerza de sus centrales Mensah-Vorsah. Los desequilibrios deben caer de una de las posibles revelaciones del torneo, el veloz y dinámico Atsu. El gol seguirá siendo obra exclusiva de la gran estrella, ahora más que nunca, Asamoah Gyan, con muchas cuentas pendientes en un torneo especialmente atractivo para él (perdido en el fútbol árabe). ¿Quién duda que llegarán muy lejos?

Mali: De camino tan irregular como creciente en los últimos años, las Águilas representan esa alternativa siempre a tener en cuenta en una CAN donde sí han crecido poco a poco con el paso de los años. No conocen clasificación mundialista y siguen adoleciendo de un recuerdo fantástico a nivel continental (su máximo record en un torneo africano es aún el segundo puesto de 1972), pero han atravesado casi al completo el proceso de remodelación de su vestuario. Sí cayó Kanouté, pero sigue liderando la medular como capitán el dúo Keita-Sissoko (uno en suelo chino, el otro buscando minutos en el PSG) asegurando motor y pulmones. Ya el año pasado lograron acceder hasta el tercer puesto, un reto que ahora quieren mejorar nuevamente gracias a los goles del que ya es su principal argumento ofensivo, el gigante Diabaté (especialista en segundas jugadas y provocar caos por corpulencia en el área rival). Fútbol muy directo, de poco ritmo, muy equilibrado en la medular y de desgaste donde se sienten cómodos los ahora entrenados por el joven francés Patrice Carteron (ex del Caen hasta este verano pasado), que suplió al líder caracterial de la última edición, el único Alain Giresse. El peligroso aunque frío Modibo Maiga debe aportar alternativas en ataque, aunque la verticalidad tiene que llegar de la velocidad y descaro de Mahamane Traoré, además de dos debilidades personales como Yatabaré y Tamboura. La eterna ‘tapada’ quiere dejar de serlo.

Níger: En apenas uso meses se cumplirán 50 años exactos del debut como nación independiente de los nigerinos en competiciones futbolísticas y, desde entonces, toda su historia se resume francamente en una línea. Medio siglo de vida para una sola fase final, justamente la del año pasado, la que ahora encuentra repetición doce meses después para dar relevancia a una generación única que rompe cualquier previsión previa una vez más. Y es que todo lo que rodea a las Menas (una especie de antílope típico de sus tierras que está en peligro de extinción), es casi surrealista desdelos ojos de cualquier profesional del deporte rey. Su odisea no es solo clasificarse (dejó atrás a Guinea), sino llegar con el equipaje a suelo sudafricano. Necesitado de cualquier empujón monetario y consciente del peligro que siempre ha rodeado al torneo, la federación (FENIFOOT) con el apoyo del mismísimo Primer Ministro (Sr. Brigi Rafini) organizó una recolecta a modo de maratón televisivo donde cada hincha podía aportar por el bien del fútbol nacional. Un pago final del estado más lo allí conseguido, aglutinaron 5 millones de euros para asegurar que, al menos, llegarán sanos y en condiciones hasta el césped. Lo que allí ocurra dependerá de la capacidad para explotar sus pocos recursos a cargo del alemán Gernot Rohr (míster de Gabón hace justo un año), porque ni tan siquiera existe experiencia en términos de clubes europeos (solo tres de sus jugadores militan allí y en clubes secundarios de ligas terciarias). El velocista aunque débil en remate Maazou (ex CSKA ahora en Etoile Sahel) es su mejor baza, buscando la aportación que pueda llegar en mínimas dosis de Daouda, el llegador N´Gounou y el intocable central Alassane. Un milagro clasificatoria clonado un año después que pretende, simplemente, no quedar en el olvido.

Previsión El Enganche: Ghana y Mali, que ya coincidieron el pasado año en su grupo y lo lideraron, deberían repetir las previsiones por experiencia y solidez. Alguna opción puede tener Congo si asusta a las Estrellas Negras en la primera jornada. Níger debe buscar sorprender en algún partido y, si lo consigue, habrá destrozado los planes futuros de su rival.

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Todo sobre la Copa África 2013 en su sección exclusiva

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