Histórico
15 octubre 2012Francisco Ortí

Arsenal: Steve Bould, la solución llegó de Stoke

Las personas no son lo que piensan que son, sólo creen serlo. Arséne Wenger ha estado negando la realidad desde el primer minuto en el que se sentó en el banquillo del Arsenal. Incluso ha llegado a enfrentarse a ella. Sus ataques frontales al Stoke CityTony Pulis,despreciando la filosofía Potter y comparándola con rugby, son la metáfora perfecta del miedo a reconocer un pasado que permanecía enterrado en un oscuro desván desde 1996. Un pasado que ha encontrado el camino de vuelta, pero en lugar de colisionar con el presente ha mezclado a la perfección. Lo que más temía Arséne Wenger se ha convertido en la seña de identidad del nuevo Arsenal y el artífice es Steve Bould, mano derecha del técnico francés desde este verano.

Cuando en 1996 Wenger se convirtió en entrenador del Arsenal desencadenó una amnésica ruptura con el pasado más inmediato de los Gunners. El técnico galo recogió como herencia un equipo vetusto, de mecanismos arcaicos y fútbol rústico, y quiso modernizarlo por completo. No le costó demasiado. En apenas una temporada, revolucionó al Arsenal hasta convertirlo en un equipo vanguardista, afrancesado en sus modales y con buen gusto por el fútbol de gourmet. No dejó ni rastro del pasado y pronto comenzarían a llegar los éxitos hasta que el nuevo Arsenal alcanzó su máxima expresión en 2004 ganando la Premier League sin perder ningún partido. Pero la época de ‘The Invencibles’ pasó y el ‘proyecto Wenger’ se retorció hasta caricaturizarse.

Intentando escapar del pasado, Arséne Wenger perdió de vista el horizonte. El personaje, ese que descubría jóvenes talentos y desarrollaba un fútbol vistoso, devoró al propio Wenger y el Arsenal dejó de ser un equipo ganador para convertirse en un proyecto a la deriva, indolente en ataque, permisivo en defensa. Se transformó en un equipo con más filosofía que sangre que encadenó -y encadena- una racha de siete años sin levantar título alguno. Cuando más lejos había nadado Wenger para alejarse de un pasado que dejó en la orilla se dio cuenta que estaba perdido en mitad de la nada. Fue entonces cuando se dio cuenta de que la mejor manera de mantener a flote el equipo era volviendo a la orilla, tendiendo una mano al pasado.

Y la solución la ha encontrado en ese Arsenal vetusto, arcaico y rústico del que tanto había intentado escapar. Aquel equipo, entrenado por George Graham y ganador de dos ligas inglesas y una Recopa, tenía como seña de identidad una línea defensiva contundente, con jugadores de esos que se sienten cómodos entre el barro, buscan el choque sin miedo, y nos les importa mantenerse en el campo pese a sufrir una brecha en la cabeza que sangra sin descanso. Aquella zaga, bautizada como ‘famous back four’, la formaban Tony AdamsNigel Winterburn y dos chicos llegados de Stoke-on-Trent, Lee Dixon y Steve Bould. Este último se ha convertido en la personificación de la nueva era del Arsenal, en la que pasado y presente han conjugado para confeccionar un estilo tan vistoso como seguro.

Steve Bould ha estado formándose en los banquillos entrenando al Arsenal Sub’18 y tras la jubilación de Pat Rice, Wenger le ha convertido en su mano derecha. “Arsene Wenger ha hecho el mejor fichaje para la próxima temporada y no le ha costado ni un peñique“, escribió John Cross en su columna en el Daily Mirror. Los fundamentos defensivos que ha aportado Steve Bould se han convertido en la base desde la que está creciendo el nuevo Arsenal que tan firme se está mostrando durante este inicio de temporada. Evidentemente, los Gunners continúan contando con futbolistas como Santi CazorlaMikel Arteta que personifican la filosofía vanguardista que instauró Wenger, pero es en la defensa donde se esconde el guiño al pasado. Ahí es donde el ‘Bould Effect’ ha tenido el mayor impacto.

A estas alturas de la pasada temporada, el Arsenal había encajado 14 goles y se encontraba hundido en la clasificación. Este año tan sólo ha recibido cinco tantos. Los números son el mejor aval del trabajo de Steve Bould, pero también las sensaciones que transmite una defensa que ni siquiera tiene sanas todas sus piezas.Wojciech SzczesnyBacary Sagna no han estado a disposición de Wenger, y la figura del mediocentro defensivo no existe desde que Alexandre Song fue traspasado al Barcelona. Pese a todo, la zaga ha estado funcionando a la perfección con Vito Mannone bajo palos (aunque falló en el gol del City), el joven Carl Jenkinson en el lateral derecho y Abou Diaby disfrazado de mediocentro defensivo. Además, jugadores como Laurent KoscielnyThomas VermaelenPer Mertesacker están ofreciendo un rendimiento superlativo. El Arsenal ha demostrado que vuelve a estar preparado para medirse de verdad con sus rivales del Top Four y la culpa la tiene un chico que llegó de Stoke-on-Trent. El pasado que tanto negó Arséne Wenger es ahora la solución.

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