Histórico
18 septiembre 2012David De la Peña

Manchester City: Las carencias de un gigante inexperto

Resulta complicado pensar en las carencias que puede tener una plantilla que ha costado unos 640 millones de euros. Eso es lo que ha invertido el jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan desde que en 2008 se hiciera cargo del Manchester City. Por aquel entonces, los sky blues se encontraban en una situación económica muy preocupante y la llegada del dinero procedente de los Emiratos Árabes Unidos revertió la situación a unos niveles que hasta hace un lustro eran inimaginables. El cambio de dinámica ganadora desde la llegada de Alex Ferguson al Manchester United, tenía a los aficionados citizens absolutamente apesadumbrados, que veían como sus grandes rivales históricos sumaban y sumaban títulos, mientras que ellos miraban a sus vitrinas y solo podían contemplar dos ligas inglesas y una copa de la UEFA como torneos de peso (al margen de las 4 FA Cups que habían logrado hasta entonces), que además, databan de finales de los años 60.

Seguro que esa sensación alcanzó su punto más álgido en la última jornada de la temporada pasada, cuando a falta de unos pocos minutos para que concluyese, el Manchester City perdía en casa frente al QPR y los aficionados del Manchester United celebraban en las gradas del Stadium of Light los resultados que en ese momento les hacían campeones de la Premier League. Sin embargo, unos minutos que ya están en la historia del fútbol inglés cambiaron el desenlace final, y quién sabe si la dinámica de la historia reciente del vecino de Manchester que vivía a la sombra de un gigante. Los goles de Dzeko y del idolatrado desde ese mismo instante Kun Agüero le daban al Manchester City el tercer título de liga en toda su historia (el último fue el obtenido en 1968), y el cuestionado Roberto Mancini tenía, al menos, desde ese momento, un argumento de peso para defender sus decisiones.

La verdadera pregunta es si ese triunfo le ha dado al equipo la convicción de que ha entrado en el restringido grupo de grandes equipos mundiales del momento. Cuando me preguntaba por las carencias que puede tener esta plantilla, podríamos definir algunos puntos concretos, pero probablemente el principal de ellos sea la duda en cuanto a la capacidad de competir del Manchester City, ya no solo en escenarios exigentes (la Premier es una competición híperexigente), si no en escenarios exigentes, que impiden capacidad de reacción, y ante culturas de fútbol distintas. Lo vimos el año pasado, cuando fue incapaz de lidiar con un Napoli muy inferior en cuanto a efectivos, pero con la convicción que le daba su gran pasado reciente europeo y su entorno, algo que por entonces demostró no tener el equipo de Mancini.

Será, por lo tanto, un gran aliciente, empezar a descubrir si este equipo tiene esa sangre competitiva absolutamente necesaria en un escenario tan exigente como es el Santiago Bernabeú, y cuidado, no en un Chamartín cualquiera, el Manchester City va a jugar en un Chamartín herido. De la misma manera que si haces un análisis superficial resulta complicado encontrarle algún defecto puntual a la plantilla que maneja Roberto Mancini, sí es cierto que Mourinho puede encontrar varias grietas en las que hurgar, hasta el punto que el entrenador italiano ha intentado modificar algunos detalles que hacían al equipo más indolente y poco abusivo teniendo en cuenta el potencial de otras zonas de la plantilla.

En primer lugar, la dificultad del Manchester City para iniciar jugada con pulcritud. Ni Barry ni Yaya Touré son finos en el giro y primera recepción (algo que tampoco va a conseguir el equipo con las llegadas de Rodwell o Javi García), así que ese es un primer motivo para ver un Real Madrid agresivo, que intente recuperar en intervalos cortos de tiempo y produzca situaciones de ataque con poca intermitencia. Este problema llevó a Mancini a ubicar un 3-5-2, en el que los centrales abiertos le daban algo más de espacio a la pareja de mediocentros, y además ayudaba a que los carrileros dieran un paso adelante, teniendo el equipo algo más de altura en el inicio en los carriles exteriores. No resulta, por tanto, una opción descartable, aunque de ser así Mancini expondría a su equipo a que el Real Madrid pudiera someterle territorialmente, y ahí, de estar acertados Benzema, Özil o Modric, el City podría sufrir en el espacio reducido.

Pienso que la principal carencia del City es colectiva, ya que en su día a día es capaz de solventar ese problema obligando a Nasri y a Silva a vivir constantemente en el apoyo. De ahí que en Premier veamos a un equipo que tiene posesiones largas y domina los partidos, pero sacrificando metros finales de alguno de sus genios, y en cierto modo sujetado porque cualquiera de sus puntas (salvo Dzeko), son auténticos fenómenos dándole amplitud al ataque, pudiendo ser decisivos dentro del área, pero también produciendo lateralmente, descolgándose hasta los ¾, o rompiendo a espaldas de la defensa. De ahí que el City disimule día a día una carencia importante, pero (como por ejemplo, vimos contra el Liverpool), si se encuentra un equipo que puede agruparse en campo rival con el balón, le cuesta bastante progresar. Así que con defensa de cuatro o con defensa de cinco, un Real Madrid agresivo puede encontrar un escenario muy favorable.

Por supuesto, hay ciertos duelos individuales en los que el Real Madrid puede encontrar facilidades, como algunos fallos puntuales en técnica defensiva de Lescott o Kolarov/Clichy, pero la principal duda que deja el Manchester City es la transición defensa – ataque cuando se le quitan metros en la base de la jugada. El partido es uno de los grandes atractivos no solo de la primera jornada, si no de toda la fase de grupos, así que la cita mañana es prácticamente obligada. Los motivos son varios: ver la cara del Real Madrid, observar si es capaz de localizar las carencias de un rival que tiene unos efectivos de primerísimo nivel, y ver si el Manchester City ha conseguido superar esa falta de competitividad de la que adoleció en la pasada edición de la Champions League. Acabe como acabe, de antemano, para mi, la respuesta es sí, es un enfrentamiento entre dos de los mejores equipos del mundo.

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