Histórico
6 septiembre 2012Francisco Ortí

España: Los 16 minutos de David Villa

En 16 minutos no da tiempo a hacer demasiados cosas. Se puede comer, asumiendo un alto índice de riesgo de atragantamiento, poner gasolina y marcharse sin pagar o esperar a que termine una pausa publicitaria en Telecinco. David Villa, sin embargo, tiene un don especial para aprovechar el tiempo. En 16 minutos el delantero asturiano es capaz hasta de ganarse un puesto en la mejor selección de fútbol de la historia. No ha necesitado más. Poco más de un cuarto de hora sobre un terreno de juego en partido oficial durante ocho meses le han bastado para inscribir su nombre en la convocatoria de Vicente Del Bosque para el amistoso ante Arabia Saudi y el partido ante Georgia, clasificatorio para el Mundial de Brasil 2014.

Después de una temporada 2010-2011 en la que ganó la Copa de Europa y la Liga BBVA con el Barcelona, la vida sonreía todavía más de lo habitual a David Villa. Pese a soler desplazarse a la banda izquierda, era el delantero referencia de la Selección española, y en el Barcelona se había adaptado perfectamente. Sin embargo, el 2011 se despidió con una dolorosa noticia. El 15 de diciembre, los azulgrana se enfrentaban al Al-Sadd en el Mundial de Clubes. Corría el minuto 35 cuando David Villa corrió un balón, pero su carrera se rompió con el sonido de un hueso partiéndose por la mitad. El diagnóstico, fractura de tibia y seis meses de baja.

Villa, sin embargo, prometió que volvería en cinco. Tardó ocho. Contradiciendo los informes médicos y obsesionado con no perderse la Eurocopa 2012, el delantero asturiano emprendió un plan de recuperación muy exigente que le permitiría viajar a Polonia y Ucrania junto a sus compañeros. Pero pasaban las jornadas, se deshojaba el calendario y Villa no regresaba. Finalmente, a través de una nota de prensa, el 7 reconoció que no tendría tiempo a recuperarse a tiempo para participar en la Eurocopa 2012 e informó a Del Bosque de que no se encontraba en condiciones de entrar en la convocatoria. Tampoco lo estuvo para iniciar la pretemporada con el Barcelona y no pudo participar en algún amistoso hasta 11 de agosto, cuando disputó 17 minutos contra el Dinamo de Bucarest.

La recuperación de David Villa se ha eternizado. Hasta ocho meses ha estado el delantero asturiano en el dique seco, alejado de los terrenos de juego a causa de esa fractura de tibia que según los médicos tan ‘sólo’ le mantendría ‘parado’ durante seis meses. Su situación ha preocupado al barcelonismo y mantenido en vilo a los servicios médicos del conjunto catalán. Tito Vilanova ha medido al máximo cada uno de los esfuerzos que ha realizado el delantero asturiano y pese a que ya tiene el alta médica tan sólo le ha dado 16 minutos entre los cinco partidos oficiales que ha disputado el Barcelona. Fue ante la Real Sociedad en la primera jornada y el asturiano incluso marcó un gol.

Pero en partidos más exigentes como los del Real Madrid de la Supercopa de España, la visita a El Sadar para medirse a Osasuna, o el duelo ante el Valencia, Villa no tuvo ningún minuto. Todo esto no le ha importado en absoluto a Vicente Del Bosque quien ha incluido a David Villa en la convocatoria para un amistoso sin historia ante Arabia Saudi y le obliga a recorrer más de 5.000 kilómetros para enfrentarse a Georgia. Es probable y lógico que Villa no dispute ningún minuto en ninguno de los dos partidos, pero su convocatoria ya supone un riesgo innecesario para el asturiano, una falta de respeto para el Barcelona y un menosprecio hacia otros delanteros españoles como Álvaro Negredo. La única explicación al respecto que ha dado Vicente Del Bosque es que lo ha convocado para darle “un empujón moral”.

En definitiva, que Del Bosque obliga a Villa a romper el trabajo de puesta a punto que le han elaborado los servicios médicos del Barcelona para viajar 5.000 kilómetros y no jugar ni un minuto tan sólo para subirle la moral. Dudoso modo de animar a alguien el del seleccionador salmantino. Y al mismo tiempo que convoca a un jugador en baja forma que tan sólo ha jugado 16 minutos oficiales en ocho meses, Del Bosque deja fuera a Fernando Llorente por no jugar en el Athletic de Bilbao. Curiosamente, el delantero ha disputado más minutos en la temporada 2012-2013 que Villa habiendo podido participar únicamente en un partido antes de anunciar que se quería marchar. Será que Llorente no necesita “un empujón moral”. Del Bosque, excelente técnico y mejor mediador, ha errado en esta ocasión. Su última decisión supone una agravio comparativo y un riesgo innecesario.

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