Histórico
18 agosto 2012Jose David López

Barcelona: Alex Song, el comodín de la eficacia

Una vez oficializado el fichaje de Alex Song por el FC Barcelona, analizamos la figura del nuevo mediocentro culé.

Era un niño más en las calles de Douala, pero sus pasos siempre fueron por delante del resto. Era uno de los más grandes, el más físico, el más serio, el más maduro y aquél que antes supo encontrar un sentido a la vida con la honestidad de quien creció rodeado y deprisa. Rodeado por un entorno hostil, turbio, cruel. Y deprisa, porque en su improvisada casa familiar, donde pronto faltó el padre, se reunían nada menos que dieciocho hermanos esperando la aportación diaria de cada uno de ellos. Aquel fornido de carácter inocente, capaz de ayudar en cualquier labor, pronto empezó a trabajar con el vecino mecánico, el primo tendero o el amigo electricista. No podía darse el lujo de descansar ni un solo día porque allí donde las ocasiones escasean, donde los niños sueñan con abandonar ese terrible pozo de falsas aspiraciones que inunda su carisma, sólo los más atrevidos logran sacar la cabeza de aquél pernicioso contexto.

La eficacia de Alexander Song para socorrer y sostener a su multitudinaria familia, le llevó a madurar a una velocidad impropia para un niño, pero sobre todo, a entender que aquellas interminables horas de trabajo, lo estaban preparando para decenas de tareas que podría desarrollar en el futuro. Múltiples labores, obligaciones, decepciones, alegrías y situaciones laborales que acabaron en una pelota. Aquellas lecciones, premisas y actividades que habían servido para alimentar la mesa más ruidosa del pueblo, se reflejaron en el césped, pues el hobby preferido de aquél incansable comodín laboral era la pelota. Song no tardó en comprender que el rendimiento de sus esfuerzos, había convertido a su fútbol en una representación de cualidades variadas de diversa naturaleza y primerísimo nivel. Un eficaz multi-usos que, desde entonces, no ha parado de crecer.

La mano clave en su desarrollo fue la de su tío, Rigobert Song (ex defensa internacional y mito de Camerún), que actuó como su verdadero padre cuando este faltó. Consciente de las habilidades de su sobrino y de su actitud luchadora ante los problemas que había tenido que afrontar desde muy pequeño, encarriló la carrera de Alexander en cuanto cumplió los dieciséis años y pudo sacarlo del país rumbo a Francia. Lo incrustó en Bastia, donde sus contactos quedaron alucinados al ver a ese fornido central (empezó jugando en esa posición debido a la herencia de su tío) y su puesta en escena juvenil fue absolutamente impactante. Tanto, que apenas meses después, debutaba con la camiseta de la selección francesa Sub 16, un primer paso para situarse en la Ligue 1. En un año y medio aparecía ya en las mejores agendas de futuro y tras multitud de ofertas, Arsene Wenger lo convenció antes que nadie para contratarlo y dejarlo cedido hasta ese final de curso en el equipo corso.

En Londres la vida le cambió por completo y atravesó graves problemas de regularidad y confianza cuando, tras dos años en las filas Gunners, fue cedido al Charlton. Un proceso tan lento como ahora factible pues, mirando atrás, aquellas dudas surgidas con la capacidad evolutiva de su estilo, quedaron en el recuerdo. Ahora, seis años más tarde, es un mediocentro completísimo y referencial en el mundo. Ese ejercicio de defensa y confianza que Arsene Wenger siempre atesora con sus jóvenes, acabó por poder convertir a Song en un jugador casi único en su especie actualmente. Tiene un físico potente, va extraordinariamente bien al corte, tiene gran capacidad para robar al balón por su despliegue físico y su corpulencia pero, además (y esto es algo que ha pulido el técnico con él detalladamente), ha pasado a ser además un jugador habilidoso y rápido en circulación de la pelota por lo que pese a que en principio era un jugador más potente y destructor, ahora además es líder caracterial del equipo. Uno de los que más experiencia aporta, organizador del equipo y recorrido, demostrado sobradamente con su llegada y buena lectura en la frontal, la que le permitió dejarnos el año pasado nada menos que once asistencias de gol.

Con semejantes condiciones, aptitudes y cualidades, Alexander Song es uno de los mejores mediocentros del momento y, como tal, el interés del Barcelona en contratarlo para paliar su déficit en esas zonas, es notable. Se fue Keita que sí guarda similitudes muy parecidas a las de Song, pero el camerunés es más joven y, sobre todo, puede jugar también en un caso concreto como central, algo que sí gusta mucho a la dirección deportiva del Barcelona ante la falta de opciones concretas en esas demarcaciones. Con Arteta, Diaby, Ramsey, Rosicky y en breve el eterno lesionado Jack Wilshere, el Arsenal puede tener esa zona muy bien cubierta (más aún ahora que se habla de la cesión de Sahin) pero jamás podría igualar la propuesta de Song. Un multi-usos único en su especie y ya culé.

También te interesa: Barcelona: La ‘talla diana’ del gigante Jordi Alba

Síguenos también desde TwitterFacebook

Contacta con El Enganche




Nuestras redes sociales

 

Contacta con nosotros

Puedes ponerte en contacto con El Enganche a través de este formulario.

Envíanos tus consejos, dudas, quejas o sugerencias para ayudarnos a mejorar. Rellena el formulario y haznos llegar tu mensaje. #yosoyenganche