Histórico
20 marzo 2012Francisco Ortí

Fabrice Muamba, volviendo a vivir

No sé lo que ocurrió. Nadie me lo ha explicado ni yo he preguntado por ello. Ni sé lo que sucedió ni quiero saberlo“, explica Fabrice Muamba. No habla de sí mismo, aunque pueda parecerlo. Las palabras de Muamba están provocadas por la traumática muerte de su tío Ilunga. Una muerte que cambió su vida para siempre y provocó que siendo niño se escapara de Kinshasa para esconderse junto a  su familia en Inglaterra. “Cuando llegué a Londres fue como empezar una nueva vida“, confesó el ahora jugador del Bolton.

Doce años después, Muamba vuelve a encontrarse en una situación similar. El jugador está tendido en una cama de un hospital Chest de Londres. No sabe lo que le ha sucedido. Tampoco lo quiere saber. Su mayor preocupación es cómo se encuentra su hijo Josh, por quien ha preguntado nada más recuperar la conciencia, después de pasarse dos días en coma, sobreviviendo entre cables y con el corazón latiendo gracias a la ingeniería médica. Londres, otra vez, marca el inicio de una nueva vida para Fabrice Muamba.

Tras lo sucedido en el encuentro de cuartos de final de la FA Cup del pasado sábado entre el Tottenham y el Bolton, Fabrice Muamba se ha convertido en el epicentro del universo futbolístico, en el protagonista de los rezos de medio mundo y en el destino de un cariño que trasciende fronteras y colores. A los 40 minutos del partido, White Hart Lane enmudeció de golpe cuando vio a Fabrice Muamba desplomarse sobre el terreno de juego. El partido se detuvo, el mundo se detuvo, y también el corazón del jugador del Bolton. Había sufrido un ataque al corazón y no se le pudo reanimar. Las lágrimas de los jugadores del Bolton y los rostros de las personas presentes describían fielmente la crueldad de la escena.

En ese momento se temía lo peor. La muerte de todo futbolista ejerciendo su oficio. Afortunadamente, parece que Muamba ha logrado esquivar el fatal destino. Después de 40 horas críticas, con el hospital Chest rodeado por centenares de personas esperando cualquier actualización sobre el estado del jugador, y millones observando desde la lejanía, a través de televisores, radios o internet, las noticias comienzan a ser positivas. Primero se avanzó que se encontraba estable dentro de su estado crítico, pero con el paso de los días su evolución ha sido clave y empiezan a aparecer los motivos para la esperanza.

El paciente muestra ligeros signos de mejoría. Ha comenzado a mover los brazos y las piernas“, informó el parte médico. Harry Redknapp, técnico del Tottenham, fue mucho más expresivo. “Hoy es un día para la esperanza. Confiamos en una mejoría para volver a ver la sonrisa de Muamba en su rostro“, afirmó el entrenador, quien se acercó a la habitación del jugador para darle ánimos y apoyar a Owen Coyle y Phil Gartside, entrenador y presidente del Bolton, quienes se han quedado en Londres para estar con su futbolista. Durante las últimas horas, Muamba incluso ha vuelto a hablar y, según cuenta Essien, pudo conversar con él tanto en inglés como en francés.

Muamba no sabe donde está ni qué le sucede, pero para él ha empezado una nueva vida. Con apenas once años escapó de la sangrienta guerra civil de Zaire que causó la muerte de su tío Ilunga y se vio obligado a huir de su Kinshasa natal. En aquella ocasión Londres le recogió para ofrecerle una nueva vida. Con 23 años, Londres vuelve a ser un escenario clave en la vida de Muamba. En Londres su corazón se paró y en Londres está volviendo a latir. Muamba ha superado la fase más complicada. Está volviendo a vivir. Para jugar a fútbol de nuevo ya habrá tiempo.

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