Histórico
29 marzo 2012David De la Peña

AZ Alkmaar: La victoria del trabajo silencioso

Un célebre refrán holandés dice: “La victoria comenzó en Alkmaar”. Palabras que son motivo de orgullo para los ciudadanos de esta localidad neerlandesa de la provincia de Holanda Septentrional. Corría el mes de  agosto de 1573 cuando la ciudad fue asediada por las tropas de Felipe II, en uno de los numerosos episodios de la Guerra de los Ochenta Años. Las discrepancias entre la Corona Española y los habitantes de las Diecisiete Provincias de los Países Bajos fueron el detonante. El fracaso en el asedio de Alkmaar fue una de las claves de la derrota de las tropas españolas en el conflicto. En primer lugar, por el refuerzo moral de los rebeldes, y en segundo, porque el tiempo perdido en el intento impidió el avance hacia las provincias de Holanda y Zelanda, que eran realmente el corazón de la rebelión. Alkmaar fue la primera ciudad controlada por los rebeldes holandeses durante la Guerra que consiguió resistir el asedio de las tropas españolas, terminando el mismo el 8 de octubre de 1573, fecha que es celebrada cada año.

En este aroma combativo, heroico, coexiste el AZ Alkmaar, club que vio la luz cuando en mayo de 1967, el Alkmaar ’54 y el FC Zaanstrek unieron sus fuerzas para poder competir con los grandes clubes de los Países Bajos. En la temporada de su debut, obtuvieron el ascenso a la Eredivisie, donde a duras penas se mantuvieron, hasta que la “Era Molenaar” (cuando ambos hermanos, Cees y Klaas, se hicieron cargo del club), hizo llegar los primeros éxitos a la entidad. La mejor temporada de su historia fue la 80/81, donde, además de obtener el título de liga, fueron subcampeones de la Copa de la UEFA, tras perder la final ante un Ipswich Town por aquel entonces entrenado por Bobby Robson. Desde entonces, una época de altibajos, hasta que Louis Van Gaal regresase al banquillo de Alkmaar, para perfilar el trabajo iniciado por Co Adriaanse y dar al AZ un salto de calidad que le ha permitido codearse con los grandes de la Eredivisie desde entonces.

El clímax llegó con la obtención del titulo liguero el curso 2008/2009. Un trabajo que obtuvo su recompensa tras el trágico desenlace dos años antes, cuando el AZ, a pesar de llegar líder a la última jornada y dependiendo de sí mismo, no fue capaz de ganar al Excelsior y el título fue a parar a manos del PSV.  Aquellas bases que sentó Van Gaal se han mantenido en el equipo en cuanto a estilo. Con salvedades, pero con algunos conceptos parecidos. Aquel AZ solía utilizar un 4-4-2, con una defensa combativa, dinamismo en medio campo, dos bandas peligrosísimas y una delantera de gran capacidad física. De Zeeuw-Schaars eran el motor del equipo, mientras que las alas quedaban reservadas para dos cuchillos como Jenner y Martens. En punta, la pareja Koevermans-Arveladze cargaba el área con una agresividad tremenda, y un incipiente Moussa Dembelé comenzaba a dejar muestras de su gran talento.

Las similitudes con el equipo que actualmente dirige Gertjan Verbeek existen. Una defensa sólida, juego exterior, y unos puntas de gran fortaleza física. En la portería el meta titular es el costarricense Esteban Alvarado, que se ha asentado este año. Recordado recientemente por ser expulsado de la Copa Holandesa tras defenderse de un hincha del equipo rival que trató de agredirle, lo cierto es que debería serlo por tener muy buenos conceptos futbolísticos, algo que a sus 22 años, le augura un gran futuro. En el lateral derecho juega Marcellis, también adaptable al puesto de central, quizá su evolución sea menos positiva de lo que se presumía cuando apareció en el PSV, pero un futbolista que está mostrando sobriedad. En el izquierdo, uno de los argumentos ofensivos del equipo. Simon Poulsen es un auténtico cuhillo, lateral de largo recorrido y buena zurda, titular en la selección danesa. La pareja de centrales habitual es la que forman Moisander y Viergever. Probablemente la gran virtud que tengan es la compenetración. Movimientos acompasados y alta concentración. Es una pareja sin mucho nombre pero de nivel notable, que rinde bastante bien teniendo en cuenta la estructura defensiva colectiva.

En medio campo, la piedra angular, tras la salida de de Wernbloom, es Rasmus Elm. El sueco actualmente juega como mediocentro puro. Muy bueno en el desplazamiento y en la asociación, quizá tire desmarques demasiado largos para buscar las recepciones y es probable que este sea uno de los puntos débiles del equipo en transición defensiva: la permisividad en el carril central. Sobre todo teniendo en cuenta que los interiores (Elm-Martens), son futbolistas de despliegue, más de ruptura que de apoyo. Esto hace que el equipo sea anchísimo y muy profundo con pelota, pero que la pérdida exponga excesivamente a la línea defensiva. Maher es uno de los futbolistas a seguir sin duda. Una de las apariciones de la Eredivisie a sus 18 años, de buena conducción, descaro y buena toma de decisiones. Martens se ha reconvertido. Si hablábamos de que en la era Van Gaal era un cuchillo por fuera, ahora se trata de un jugador más pausado. Con despliegue exterior por naturaleza, pero capaz de dar pausa y filtrar balones relevantes desde el interior.

En la vanguardia, dos extremos y un punta. En la derecha el habitual es Beerens, y el hecho de que presumiblemente sea baja contra el Valencia es un déficit imposrtante para el equipo. Aporta profundidad y desborde, y es posible que en su lugar veamos a Gudmunsson, un futbolista menos acostumbrado a la cal. Y es un problema mayor, porque el extremo por izquierda, el australiano Holman, tampoco es un extremo puro. Aunque se abre bien para recibir, no es un futbolista de fuera-fuera continuo. Precisamente Simon Poulsen es quien equilibra este hecho, pero el equipo tiene habitualmente a Beerens para ofrecer esa misma variante en el perfil opuesto. La punta del ataque será, probablemente, para Altidore, aunque no se debe descartar la opción Benschop. Puntas físicos, que ganan el cuerpo a cuerpo. Es probable que el elegido sea el estadounidense por estar más familiarizado con las rupturas, y por perder el equipo una referencia exterior sin Beerens con lo que la figura del ’9′ para finalizar muchas veces en área el ataque organizado tiene menos sentido.

En resumen, un equipo bastante sólido, con un problema en el carril central si el rival es capaz de lanzar transiciones rápidas, pero que tiene una serie de argumentos y mecanismos ofensivos para hacer sufrir a cualquiera. Teniendo en cuenta todos los detalles, parece claro que el Valencia no va a tener una visita plácida al AFAS Stadion, donde 17.000 gargantas se encargaran de recordar a sus futbolistas, que para el pueblo holandés, la victoria, empieza en Alkmaar.

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