Histórico
26 agosto 2011Jose David López

Supercopa Europa: El Barcelona sigue su ritmo (2-0)

El papel de club ganador hay que soportarlo en situaciones límites. En un margen tan estrecho como el que pueda existir entre auténticos dictadores como Barcelona y Oporto, han vuelto a ser los culés quienes muestran un carácter ganador intangible. Abidal-Mascherano como pareja defensiva para suplir las bajas de Puyol-Piqué, era la apuesta defensiva de Guardiola y aunque no fue la línea más segura en la noche monegasca, bastó para frenar las mínimas ocasiones de un campeón luso demasiado anestesiado ante su imposibilidad. La ausencia de Álvaro Pereira y el cambio de Varela, sustituído por el ‘Cebolla’ Rodríguez, limitó un poco más el planteamiento de Vitor Pereira, un técnico que aún no ha encontrado solución a la marcha de Falcao (pésima contribución en su puesto de Kléber) y que sólo tuvo a Guarín como hombre más activo.

Sin embargo, fue el colombiano el causante del fallo que trastocó el guión de un partido muy plano. Tras un par de oportunidades por bando sin mucha animosidad, el mediocentro ‘cafetero’ perdió una pelota en la salida de balón lusa que, por situaciones del destino, fue a parar a pies de Messi. El argentino, sin marcadores y con tiempo para pensar, sentó a Helton con un giro que pasará a la historia y que encaminaba la cuarta Supercopa catalana. De nuevo, el Barcelona anotaba en momentos delicados, justo cuando el descanso se acercaba y cuando la reacción del rival sólo puede convertirse en psicósis durante esos quince minutos de relax.

El sosiego no duro mucho pues el Oporto, algo más incisivo, tuvo un par de allegadas desde segunda línea con Guarín y Moutinho probando desde lejos a Valdés, aunque fueron las indecisiones del meta y su defensa, las que mayores dudas levantaron dentro de un guión de partido muy relejado. Una contra en la recta final, con el Oporto volcado y buscando la heroica, tumbó a Messi en las cercanías del área y Rolando dejó el campo expulsado. Allí se cerró el partido, porque acto seguido, una maravilla del crack argentino en forma de asistencia ‘sobrero’, habilitó a Cesc Fábregas para marcar su primer gol oficial como jugador culé. Control y remate rápido para sumar su segundo título en una semana (todos los que ganó en siete años como jugador del Arsenal).

El duelo de campeones volvió a cumplir la lógica estabecida, la del más poderoso, sólido y talentoso del continente. El Barcelona suma, sigue y disfruta a ritmo de Super-campeón.

También te interesará…: Barcelona: ‘The team who broke the bank’ y Oporto: Vitor Pereira, romper el pasado

Síguenos también desde TwitterFacebook

Contacta con El Enganche




Nuestras redes sociales

 

Contacta con nosotros

Puedes ponerte en contacto con El Enganche a través de este formulario.

Envíanos tus consejos, dudas, quejas o sugerencias para ayudarnos a mejorar. Rellena el formulario y haznos llegar tu mensaje. #yosoyenganche