Donovan Bailey, Ben Johnson y Linford Christie, se confirmaron como tres balas en el tartán. En los 80 y 90 se llevaron todos los flashes tras cada prueba de velocidad. Atención, admiración y aplausos para un grupo de superhombres que cada día se levantaban con la única meta de derrotar al reloj. Todos ellos tenían una cosa en común: sus raíces. Bailey, Johnson y Christie nacieron en Jamaica, pero optaron por aceptar becas de otros países y desligarse del país caribeño. Lo cierto es que el país del Reggae tenía una sensación extraña, pero que en los últimos años se ha tornado en un sentimiento muy dulce. Ahora mismo, Asafa Powell y, sobre todo, Usain Bolt son las piernas más rápidas del mundo. Baten récords en cada reunión y dejan temblando unos cronómetros que cada vez deben esforzarse más para no quedar sonrojados.
El 16 de agosto de 2009, y tras la memorable carrera de 9.69 en Pekín, el mundo volvió a mirar a Jamaica. Bolt desafió a la física, las matemáticas y todas las ciencias que se le pusieron por delante en 100 metros de leyenda en Berlín. Sin duda, el sprint más famoso del mundo, pero estos días se puede recordar otro con una importancia igual de grande. La selección jamaicana de fútbol, sin tantos éxitos como la sección de atletismo, disputa la Gold Cup durante este mes. Comenzó su participación en el torneo de la Concacaf con un claro 4-0 sobre Granada y en la segunda jornada un convincente (2-0) ante Guatemala. Esta noche se enfrentan a Honduras con la posibilidad de concluir primeros de grupo y aspirar a igualar su mejor resultado en el que concluyeron cuartos en 1998.
En esa edición de la Gold Cup cayeron en la disputa del tercer y cuarto puesto ante Brasil. Fue en el mes de febrero, y les sirvió de preparación para la cita mundialista en Francia. Hasta el momento ese Mundial de 1998 ha sido la única participación de Jamaica a nivel global. Fue su puesta en escena para el público…y quedó para el recuerdo. El bombo no fue muy benévolo con los caribeños y quedaron encuadrados con Argentina, Croacia (que a la postre sería tercera del torneo) y Japón. El debut ante Croacia concluyó con 1-3 para los balcánicos, aunque Robbie Earle (más de 500 partidos en Inglaterra) pasó a la leyenda por anotar el primer gol de los jamaicanos en un Mundial. Fue el 1-1 y la alegría máxima hasta que Prosinecki y Suker pusieron orden y el triunfo definitivo. La segunda jornada era vital porque una derrota les podía dejar ya fuera de los octavos de final (ni de lejos el objetivo que se marcaron). Argentina barrió 5-0, pero al descanso sólo el Burrito Ortega pudo anotar el 1-0.
El último partido, que a priori podía ser sin aliciente, se tomó muy en serio en Jamaica y Japón. Ambas naciones vivían en tierras francesas su primera participación en un Mundial. El envite se disputó en Lyon. El Stade Gerland tuvo un lleno casi absoluto ese 26 de junio de 1998. Ian Goodison, Ricardo Gardner, Frank Sinclair, Paul Hall o Theodore Whitmore en el once que el brasileño René Simoes puso en liza. Los Reggae Boyz vencieron por 1-2 con sendos tantos de Whitmore. La celebración fue de lo más emotiva, y sin las estridencias actuales. Corrió (sin la estética de Bolt, claro) hacia sus compañeros para abrazarse. Sabía que estaban haciendo historia, y así lo demostraron en la grada de Lyon. La hinchada jamaicana se abrazaba como si ese triunfo les diese el pase a octavos.
Whitmore se ganó un año más tarde su fichaje por el Hull City. Fueron diez años en los que combinó la liga local con el fútbol británico (Inglaterra y Escocia) antes de optar por ser entrenador. Desde 2007 está vinculado a la federación jamaicana y desde junio de 2009 es el seleccionador. El año pasado ya dirigió con éxito a los suyos en la Copa del Caribe, donde fueron campeones. Y ahora está ante su mayor reto en la Gold Cup. El objetivo es acceder a los cuartos de final y ahí dar lo mejor de sí (como en aquella tarde en Lyon) e intentar volver a hacer historia. En esta ocasión Theodore deberá apoyar y ordenar desde la banda, pero seguro que a sus pupilos les ha transmitido las sensaciones que tuvo ante Japón.
Pese a estar acostumbrados a los éxitos de Asafa Powell y Usain Bolt, los Reggae Boyz siguen levantando pasiones en la isla. La victoria en Gerland fue una dedicatoria para los más de dos millones y medio de habitantes que conviven en ese rincón del Mar Caribe. En el caso de Whitmore, seguro que también se quiere acordar de Stephen Malcolm, que falleció en un accidente de coche del que el actual seleccionador fue absuelto de homicidio. Pese a estar en tierras americanas, todas las estrellas de la convocatoria jamaicana tienen muy presentes esas imágenes del Mundial de Francia. El Gerland está vivo trece años después.
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