Histórico
29 octubre 2010Jose David López

El regreso del alocado Jurgen Klopp

El inicio liguero de los principales candidatos a los títulos en Europa, no ha cumplido el guión previsto. Ya sea por el Mundial, por el apretadísimo calendario o porque el fútbol en algunos rincones sigue igualándose, los ‘gigantes’ aún deben dar un paso al frente y demostrar su fortaleza. En Alemania, en esa Bundesliga que quizás conserva el punto competitivo de mayor arraigo por la equidad histórica entre todos aquellos que intentan arrebatarle el trono temporalmente al Bayern de Múnich, esta sensación de imprevisibilidad ha crecido enormemente. Tanto, que cuando se va a alcanzar la décima jornada, la lucha por el liderato es cosa de dos inesperados enemigos, Mainz y Borussia Dortmund.

Uno ha surgido como atracción de la temporada en todo el planeta, como ese ejemplo a seguir que, con ilusión y un trabajo humilde a sus espaldas, es capaz de superar las barreras financieras. No sirve sólo con recetas románticas, sino con atrevimiento y desparpajo porque vencer en los cuatro estadios más complicados de Alemania (Bayern, Leverkusen, Wolfsburgo y Bremen) y haber dejado escapar sólo tres puntos en el descuento de un partido que mereciste ganar, es una prueba irrefutable de solidez. El otro, otrora gigante continental y rey europeo, levanta el vuelo tras años de penumbra a costa de una crisis financiera transportada a lo deportivo. Un par de fichajes acertados, la paciencia con un proyecto ilusionante y, desde luego, ese empuje ofensivo que actúa de factor desequilibrante en el fútbol actual, logró el resto. Así, Mainz y Dortmund, cruzan ilusiones, números y dinámicas positivas este domingo en un choque donde el mayor de los protagonistas no se vestirá de corto, aunque no le hará falta para ser vitoreado. Allí estará el enigmático Jurgen Kloop.

Y es que el ahora técnico del Borussia Dortmund, dejó un recuerdo imborrable para la singular historia del equipo de Maguncia. Un niño que a los 5 años ya forma parte de los clubes de su Stuttgart natal, es un chico tocado por la pasión futbolística adecuada para afrontar cualquier reto que se preste. Pasó dieciocho primaveras intentando encontrar su hueco pero sus larguiruchas piernas no convencían a nadie hasta que se presentó en el ya extinto Bruchwegstadion. El vetusto estadio del Mainz iba a ser el epicentro de sus locuras durante otras dieciocho primaveras, las que pasó como futbolista y entrenador. Porque Kloop llegó al Mainz en 1990 para sumar un total de 325 partidos oficiales con la camiseta de los Rot-Weiß, con la que consiguió apenas 52 goles, frutos la mayoría de sus grandes movimientos como delantero más que de su pegada. Es el jugador que más tiempo defendió al club en el césped, no el de la Bundesliga, sino el de categorías inferiores donde el Mainz se fogueaba buscando la gloria en el barro.

Semejantes registros le ayudaron para tomar el cargo de técnico en 2001, cuando la afición empujó para que la opción de técnico interino recayera sobre sus espaldas. Una serie de victorias le sirvieron para ganarse la confianza y durante dos campañas, rozó con un cuarto puntos las opciones de play-off de ascenso a la Bundesliga. Pero al tercer intento llegó la vencida y en 2004 la tercera plaza en la Bundesliga 2 le cruzó con el Bochum, al que derrotó, haciendo debutar así a la entidad en el primer nivel del fútbol teutón. Su reto no terminó allí, sino que logró mantenerlo dos años más en mitad de tabla (hasta jugó Copa de la UEFA debido al Fair-Play), y aunque a la tercera campaña volvieron a descender, Kloop se mantuvo firme y defendido por toda la ciudad. Un par de campañas quedándose a las puertas del regreso a la Bundesliga, le hundieron definitivamente en junio de 2008.

Se marchaba un técnico capaz de ser entrevistado por sus propios jugadores en zona mixta, un profesional capaz de despedirse de su público, que lo adoró durante 18 largos años, contando chistes y el mismo que es ya imagen publicitaria en todo el país con una singular ironía. Para no dejarle descansar, apareció el Borussia Dortmund, un ‘gigante’ nacional que un día lo fue también en Europa y que tras una década en la penumbra deseaba un técnico joven, enérgico y acostumbrado a pelear sin muchos argumentos económicos (su crisis financiera era notable). Y sólo en dos campañas ha logrado recuperar el prestigio del Schwarz-Gelb, ilusionar al magnífico Westfalen con una generación de jóvenes promesas a las que el propio Kloop ha moldeado y acertar en los fichajes más rentables de Alemania en los últimos tiempos.

Y así, habiendo sido el impulsor número uno de un equipo humildemente diminuto como el Mainz y tras revolucionar a un clásico con un par de toques diferenciales, Jurgen Kloop se presentará como ‘enemigo’ en el Stadion am Bruchweg. Será recibido con honores, seguirá corriendo la banda con pasión y levantará sus cejas con ironía irremediable porque es el protagonista de este fin de semana (con permiso de Tomas Tuchel) pero, sobre todo, de recuperar el buen gusto por el fútbol ofensivo y alegre en la Bundesliga.

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