Histórico
7 junio 2010Jose David López

Mundial 2010: Análisis Grupo F

Seguimos con nuestra cobertura mundialista. Tras analizar al Grupo A, Grupo B, Grupo C y Grupo D, seguimos con el Grupo F.

ESLOVAQUIA: Nadie se sorprenderá al conocer que en los éxitos de la antigua Checoslovaquia, subcampeón mundial en dos ocasiones y campeón continental en 1976, había jugadores eslovacos. Sin embargo, sí puede ser novedoso conocer que entre 1939 y 1944, Eslovaquia ya jugó 14 partidos como nación independiente. Tras esos años, siguieron acompañando a los checos hasta la disolución definitiva de 1993. Casi dos décadas después, el mayor de los placeres llegó en la fase clasificatoria para Sudáfrica 2010, donde los eslovacos lideraron su grupo y dejaron en el camino a sus vecinos checos.

El colectivo que lidera desde el banquillo Vladimir Weiss, un héroe en su país tras gestas como meter al modesto Artmedia de Bratislava en la Champions, llega sin presiones, es atrevido y ambicioso. Su perseverancia les asegura ofrecer batalla. El único ‘punto negro’ ha sido la lesión del pilar de la medular, el veterano Karhan. La estrella mediática es el llegador napolitano Marek Hamsik, una mezcla de calidad y potencia con mucha proyección. A su lado, jóvenes revulsivos como los extremo Stoch o Weiis, hijo del seleccionador, el corpulento central Skrtel, el nuevo punta del Schalke, Jendrisek o el lateral Pekarik. Son novatos, sí, pero descarados.

NUEVA ZELANDA: No pisaba suelo mundialista desde que España les recibió en el 82 y, desde entonces, Oceanía había sido territorio australiano y continente restringido a fases finales hasta hace poco. La marcha de los Aussies al organigrama asiático les abrió las puertas y tras 28 años de espera, los All Blacks están de regreso. Lo harán con un técnico, Ricky Herbert, que estuvo precisamente como jugador en la única clasificación anterior y que ha logrado dar identidad y ciertas mejoras en conceptos básicos a un colectivo realmente limitado.

Se paseó en la fase clasificatoria pero lo mejor ha llegado tras su participación en la pasada Copa Confederaciones. Un colectivo muy unido y arropado en torno al bien común que no duda en llevar a cabo un estilo muy directo, tremendamente británico y con las jugadas a balón parado como gran aliciente ofensivo. El capitán Nelsen es el comandante de la defensa, el desequilibrante Leo Bertos es su jugador más técnico y los jugadores más ofensivos, Smeltz, Wood, Killer y Fallon, pelean cada metro y son peligrosos por alto. Un fútbol que crece paso a paso.

PARAGUAY: Cuarto Mundial consecutivo, más experiencia que nunca y una fase de clasificación donde se regalaron momentos míticos rumbo a Sudáfrica, colocan a los guaranís en la cúspide de su historia. Curiosamente, en las dos últimas citas de este calibre, han caído ante el posteriormente campeón. El ‘Tata Martino’ ha logrado mezclar la aguerrida y fiable fortaleza defensiva con una serie de jugadores de ataque con mucho gol en Europa, aunque ha perdido a la gran estrella nacional, el killer Salvador Cabañas, baleado en enero.

Para suplirle ha llegado hace unos días y en medio ce mucha expectación Lucas Barrios, el goleador del Dortmund que ya ha demostrado tener feeling con las redes en sus primeros amistosos como paraguayo. Junto a él estarán los ya reconocidos Valdéz, Cardozo y Santa Cruz, que dan velocidad y potencia en el área rival. El resto del bloque, con acentuado toque argentino por la doble nacionalidad de sus jugadores, actúa como unidad, competente y muy seria atrás, siendo notables las aportaciones de Vera, Morel o Santana. Un rival, ante todo, incómodo.

ITALIA: Cuatro Mundiales a sus espaldas son el mejor aval de seguridad y capacidad que refleja la selección Azzurri. Un auténtico gigante que mira más que nunca sus logros, consciente de que Sudáfrica 2010 aparece en la historia como una cita donde la regeneración hace mella y aquellos que tocaron el cielo en 2006, quedaron mayoritariamente por el camino. Lippi sigue siendo el estratega tras una pequeña huída amistosa y hasta Cannavaro repite en la capitanía pero el bloque dista mucho del que nos hizo disfrutar en Alemania hace cuatro años.

Italia es hoy un grupo disminuido, ha perdido referentes de talento y los que tiene los dejó en casa por decisión propia. Lippi ha preferido hacerse fuerte como colectivo y, a pesar de las pocas estrellas existentes en su nómina, su experiencia y agresividad siempre les hará competitivos y aspirantes. Buffon, Cannavaro o Pirlo siguen siendo puntales, pero a menos nivel. Más importantes serán ahora De Rossi, Chiellini o Gilardino, sobradamente experimentados. La renovación la ejemplifican Pazzini, Maggio, Bonucci o Marchisio, aunque la clave puede ser el incombustible Di Natale.

Video: Sergio González –  Edición: Pedro Rivera

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