Histórico
24 junio 2010Jose David López

El ataque ‘vintage’ de Dinamarca

Las artes culinarias y gastronómicas en Europa siempre han encontrado en el oeste del continente las mayores delicias para el paladar. El gusto por el risotto italiano, un potente Roti de beuf francés o una paella española, siguen manteniendo ese caché franco-mediterráneo en la cocina. Sin embargo, para sorpresa de muchos, el mejor restaurante del mundo según los analistas Michelin es el Noma, situado en un antiguo hangar portuario remodelado y abierto desde el año 2003. Allí se disfruta exclusivamente del ‘nordisk mad’ (cocina nórdica), para exaltar las grandes raíces alimentarias y una fiel degustación por los sabores tradicionales. El Noma ha colocado a Copenhague como epicentro europeo de alta cocina gracias a sus valores tradicionales.

Cuando Morten Olsen, seleccionador danés, dio su primera pre-convocatoria oficial para Sudáfrica 2010, llevó a todos sus integrantes a tan envidiable paraje y, tras disfrutar de la comida más exquisita del mundo, tomó la decisión de llevar aquellas artes al terreno de juego. Las virtudes nutricionales de Dinamarca lograron hacer de su capital un núcleo donde satisfacer la sapidez de alta gama y en el césped, el guión de seguir confiando en la materia prima habitual, puede llevarles de nuevo a octavos de final de un Mundial. Olsen sigue confiando en la vieja escuela danesa, la que forman el bloque ofensivo más veterano del Mundial. Martin Jorgensen, Jesper Gronjkaer, Dennis Rommedahl y John-Dahl Tomasson constituyen el ataque más vintage de Sudáfrica 2010.

Dinamarca no ha logrado rejuvenecer su proyecto deportivo y pese a la aparición de jóvenes promesas con rendimiento inmediato al primer nivel como Agger, Kjaer, Enevoldsen, Bendtner o Eriksen, siguen siendo los veteranos quienes llevan el peso del país. No es nada nuevo, pues en México 86 y en Suecia 92, fases donde mostraron su crecimiento para sorprender al continente con un éxito aún hoy difícil de entender, la edad media del bloque era bastante avanzada. Hoy, las aspiraciones inmediatas de ‘La Dinamita Roja’ pasan por el rendimiento determinado de sus jugadores de ataque, todos superando la treintena, condenados a una constante irregularidad y conscientes de que están ante sus últimos coletazos internacionales. De igual manera, son expertos, inteligentes en la lectura de los partidos de este rango y aún claves en el esquema nórdico.

Jorgensen, el capitán, es quien mejor puede plasmar la debilidad física producto de tantos años sobre el verde. El comodín de la medular pasó sus mejores años en Udinese y tras cumplir en la Fiorentina, aprovechó el invierno para enrolarse en las filas del equipo donde creció como juvenil, el Arhus (sólo ha podido jugar 9 partidos). Si algo tiene memorizado el conjunto de Morten Olsen es su aprecio por el juego veloz, de extremos y jugadores muy abiertos en banda constantemente.

Esas señas sirvieron para dilatar el caché de Gronjkaer y Rommedhal, dos perfectos abanderados de un estilo que durante muchos años han intentado clonar en Europa. El primero pasó por Chelsea, Birmingham o Atlético antes de regresar al Copenhague, donde sigue siendo determinante. El segundo, que probó en Premier tras llenarse de fama en el PSV y terminó en el Ajax incluso siendo cedido en el modesto NEC Nimega, apura en la Eredivisie sus mejores años pero de todos, es el veterano que mejor conserva sus cualidades y uno de los que aún resultaa clave, como ante Camerún. No puede decir lo mismo el más famoso de todos ellos, un Tomasson goleador allá por donde ha pasado (Newcastle, Milan o Villarreal) y que apura sus registros en el Feyenoord. Esta ofensividad danesa tan arcaica, ya estuvo presente en la Eurocopa 2004, es decir, hace seis largos años donde el fútbol nórdico no ha encontrado renovación para un bloque necesitadísimo de aires nuevos. Ellos fueron quienes cayeron en cuartos de final, quienes decepcionaron al quedarse fuera de Alemania 2006 y los que erraron en su intento por estar presente en la pasada Eurocopa 2008.

Ahora, son ellos, ya entrados en la treintena, quienes vuelven a tomar la responsabilidad de retar al destino y lograr un pase a octavos que depende de sí mismos (sólo deben ganar a Japón). Si lo logran, habrán escrito varias letras más dentro de una generación incombustible que tocará fondo cuando Sudáfrica 2010 les abra las puertas de salida. Lo antiguo está de moda en Dinamarca. Lo vintage sigue manteniendo su glamour.

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