Histórico
23 marzo 2010Jose David López

Premier Rusia: Petróleo y deudas en pleno crecimiento

premier-rusaDesde la inyección económica generada por la aparición de grandes multinacionales petrolíferas y extractoras de gas controladas en su mayoría por el propio estado ruso, el fútbol de la ex Unión Soviética ha dado varios pasos hacia adelante. Aunque en Europa sus apariciones en rondas eliminatorias siguen buscando un salto que se refleje en mejores resultados, es cierto que a nivel nacional, la competitividad es ahora mucho mayor. Rusia, la madre patria de todas las naciones otrora independientes, ha conseguido crear un campeonato (RPL) de gran atractivo que está explotando con buenos datos al exterior, algo impensable hace unos años.

Por equidad, jugadores extranjeros de cierto nivel y su cuidada filosofía de cantera, se ha ganado la consideración de ser el sexto campeonato en cuanto al ranking de la UEFA. A ello ayudaron los títulos europeos del CSKA (UEFA en 2005), Zenit (UEFA y Supercopa Europea en 2008) y la estupenda imagen de la selección nacional (ahora en plena reestructuración y con Advocaat como futurible) en el pasada Eurocopa. Ese supuesto poderío económico no ha podido ocultar la realidad y los serios problemas que atraviesan algunos clubes como el FC Moscú, que ha desaparecido al perder la financiación de Norilsky Nickel (su principal financiador) o el Kryliya Sovetov, que sólo se ha salvado del mismo destino tras la intervención del mismísimo primer ministro ruso, Vladimir Putin. Beneficiándose de este contratiempo aparece el mítico Alania Vladikavkaz (campeón ruso en 1995) que ocupó la plaza vacante tras los meritorios ascensos del Anzhi Makhachkala y el Sibir Novosibirsk. Así se presenta la temporada 2010:

Aunque cueste decidirse ya por un cambio de dinámica respecto a lo que la historia siempre nos marcó, la realidad es que el dominio de los equipos de Moscú (líderes eternos hasta hace unos años) ha dejado de ser autoritario. Por ello y porque sus dos últimos campeonatos así lo atestiguan, el principal favorito podría ser de nuevo el Rubin Kazan. La marcha (que no venta porque terminaba contrato) del ‘Chori’ Domínguez hace dudar más del combatiente equipo del singular Gurban Berdiyew, que con esa baja se convierte en un equipo un poco más plano. Ante la falta de talento ofensivo que ahora padecerán, se antoja determinante el crecimiento de Novoa y el goleador Bukharov, ya que comodines como Karadeniz, el recién llegado Tekke o Semak, ya son demasiado veteranos. Junto a Cesar Navas ha llegado otro español, el también defensa, ex del Celta, Jordi Figueras.

El bi-campeonato de los de Tartaristán ha obligado a reaccionar al resto de candidatos al título, dubitativos en los últimos tiempos y demasiado golpeados por las consecuencias de participar en competiciones europeas. Tras la efímera etapa de Juande Ramos, el CSKA de Moscú decidió confiar esta campaña en el que fue su sustituto, el joven aunque experimentado Leonid Slutski. Como viene siendo habitual, los del Luzhniki son el equipo que mayor desembolso ha llevado a cabo con las contrataciones del japonés Honda, el portero suplente Chepchugov, el defensa Nababkin y el marfileño Doumbia (killer de la Superliga Suiza que llegará en el mes de junio). Sin embargo, su mejor reto ha sido evitar la marcha del serbio Krasic (aunque podría marcharse en verano), que forma junto a Dzagoev, Necid y el aún por explotar Guilherme, la apuesta ofensiva y los mejores hombres del Ejército Rojo.

Muy ambiciosa y efusiva ha sido la respuesta del Zenit a su intento de evitar el ostracismo del pasado curso. Tras tantear muchos nombres de peso para su banquillo después de cesar a Advocaat, el cuadro de Saint Petersburgo confió en el italiano Luciano Spalletti, uno de los mejores técnicos de presente y futuro tras sus éxitos como romanista. Gazprom, su principal sustento financiero, sigue construyendo el nuevo estadio que se estrenará en 2011 y, en este año intermedio, ha llevado al arcaico Petrovsky al serbio Lazovic, al defensa danés Lumb y ha cerrado el regreso de uno de los ‘niños mimados’ de la hinchada, Kerzhakov. Estos cambios ofensivos, junto a la aportación aún en progresión del portugués Danny, el húngaro Huszti o del italiano Rosina, dan mucho más calibre al equipo, aunque la base en cuanto a estilo de juego la siguen marcando los Denisov, Anyukov, Zyrianov o Bystrov.

El antiguo dictador, el Spartak de Moscú dirigido por Karpin, busca regresar a la élite con fichajes como el brasileño Ari (ex AZ), el central checo Suchy o el montenegrino Drincic. Su estrella seguirá siendo Alex, en enganche ex de Inter de Porto Alegre. No perdería de vista la evolución del jovencísimo georgiano Ananidze, un pequeño ‘prodigio’. Igualmente será el curso para el salto de Lokomotiv y Dinamo. Los del ferrocarril mantienen la línea del pasado año pero han incorporado al ex bético Ilic y al mediocentro talentoso Aliev, ‘pescado’ al Dinamo de Kiev. Los Policeman, por su parte, han arrasado en el malogrado FC Moscú, ya que se han hecho con los servicios de cuatro de sus principales jugadores, llegando Epureanu, Cernauskis, Samedov y Rebko. Eso sí, el fichaje estrella ha sido el ucraniano Voronin.

El interesante bloque que ha formado nuestro querido Terek Grozny (atentos a Mauricio), el experimentado por veterano Saturn, el regreso del Alania y la posibilidad de conocer a equipos semi-desconocidos como el Sibir Novosibirsk (ciudad con el teatro y la estación de ferrocarril más grande del país) o el incógnito Anzhi Makhachkala (tierra de alturas extremas), dan un carácter exótico a un campeonato impredecible y pedagógico a cada rincón.

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