Histórico
19 noviembre 2009José Mendoza

A prolongar el sueño

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Con un flamante final de año, España ha conseguido alejar el sabor agrio con el que acabó la Confederaciones y recuperar el dulce de la Eurocopa para encarar el Mundial como favorita. Tras aquella decepción ante Estados Unidos, la Selección volvió a coleccionar victorias y dilata su estado de gracia. Aquella derrota queda en el camino como un bache, pero del que hay mucho que aprender.

Aprender que el hecho de que España sea -con permiso de Brasil- la mejor selección del momento no es condición suficiente para ganar una gran competición. Cualquiera te puede superar a un partido, por lo que es necesario ajustar los mínimos detalles. Con un guión ya marcado desde hace años por Luis Aragonés, basado en la posesión del balón, hasta ahora Vicente del Bosque se ha centrado, además de en mantener esa buena sintonía, en buscar una alternativa.

Desde que ha llegado, el seleccionador no ha desperdiciado ni una oportunidad para jugar con uno o dos extremos. Éstos se han ido alternando. A estas alturas, Cazorla y Mata parece que ya se pueden sacar el billete para Sudáfrica. Mientras, Pablo Hernández, Jesús Navas y Riera pelearán por uno o dos puestos.

El plan B de los extremos, por pura insistencia, está funcionando. Cualquier rival puede elegir un planteamiento de tapar huecos por el centro, por lo que es indispensable tener ese recurso bien ensayado. En este sentido, España ha mejorado con respecto a la Eurocopa.

Sin embargo, la gran asignatura que necesita mejora de cara al Mundial es la defensa. Desde la Confederaciones, España ha encajado siete goles en siete partidos ante rivales, en su mayoría, muy inferiores: Macedonia, Armenia, Bosnia y Austria, además de Argentina, han perforado la portería roja en estos encuentros. Pese a que Piqué mejora, y mucho, a Marchena como acompañante de Puyol, la selección no ha encontrado la misma solidez defensiva del tramo final de la Eurocopa.

Quizás tenga mucho que ver la ausencia de Senna, al que han lastrado las lesiones. El hispano-brasileño, con esa grandiosa Eurocopa, se ha convertido en fijo. Sergio Busquets se está consolidando como su principal sustituto pero, el del Villarreal, si está bien, es indiscutible.

Más allá de esta circunstancia, España afronta el Mundial como gran favorita. Su reciente curriculum así lo acredita. Más que una selección es un equipo. Hay un plantel de 17-18 fijos y otros 5-6 que van alternando según su estado de forma.

Hay un estilo propio y que funciona. El toque agota a los rivales. Y la acumulación de centrocampistas no tiene efectos negativos en la pegada. Se crean multitud de ocasiones de gol y hay puntería. Tenemos a muchos de los mejores jugadores del mundo. Esta España lo tiene todo para ganar el Mundial.

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