Histórico
10 julio 2009Jose David López

Faeneros y capos en el regreso del Bari

bariLa península itálica ha sido comparada ancestralmente con una bota por la forma tan singular que representan sus límites fronterizos y terrenales. El extremo sudeste, capaz de albergar muchas de las mayores altitudes del sur es, a su vez, una zona costera de gran valor y cuya gastronomía, basada en pastas y pescados debido a su mítico puerto, resulta la envidia nacional. El ‘tacón’ de aquella bota imaginaria ha sido históricamente territorio de guerras. Colonos griegos, luchas romanas contra el rey Epiro, la batalla de Cannas en la que el cartaginés Aníbal aniquiló a los capitalinos y hasta el mismísimo Napoleón, plasmaron la importancia de estas tierras y su rentable ubicación faenera.

Esos antepasados combatientes siempre se reflejaron en el equipo de fútbol reinante en la zona (región de Apulia), un Bari que luchaba año tras año por la salvación, esa meta, ese objetivo común que coronaba todos los sueños del buen aficionado a la escuadra Galletti. Un hincha, pasional como todos los del sur, que desde hace ocho campañas se había resignado a disfrutar de los suyos en el segundo escalón del fútbol azzurro. Ahora el once gallo regresa con fuerza a la Serie A, dispuesto a recuperar su crédito a golpe de espada y con un perfecto combatiente al mando de operaciones. El banquillo Biancorossi conservaba a un auténtico Cavaliere que ha sabido sacar máxima rentabilidad a sus ‘pescadores’ pero que ha sorpendido a todos con una inesperada dimisión, el singular Antonio Conte.

Después de un año lleno de resultados positivos que pronto esperanzaron a los más precavidos, el brillante ascenso tenía que honrar una campaña irrepetible en Serie B de una manera especial para el pueblo y su hinchada. Y así fue. En Bari, nido de faeneros, la mística relación entre el mar y el hombre se homenajea anualmente el día del “Nderr’ la lanz”, que en dialecto barese significa “las cañas al suelo”. Una jornada festiva donde ningún pescador sale a faenar en honor a su santo. Este año, ese día clave fijado el 6 de diciembre, fecha en la que murió, dejó un vínculo espiritual que convenció definitivamente a todos los baresi y es que desde ese mismo día, el Bari pasó 18 jornadas sin perder un sólo encuentro. Una racha irrepetible que les colocó directamente en la senda del éxito que concretaron de manera brillante a principios del mes de mayo.

bari-ascensoSin embargo, los hinchas tienen un icono, un referente directo al que relacionan tal éxito pues Antonio Conte es su particular santo. El héroe que les ha devuelto al primer plano del Calcio y que ha juró fidelidad (dimitió inesperadamente la pasada semana) en un mercado que quería colocarle ya como la cara del nuevo fútbol italiano, ha sabido renovarse respecto a su concepción de futbol como jugador y ha soportado todo tipo de problemas durante su estancia en San Nicola. Y es que el mítico estadio sureño (sede del Mundial de Italia 90) no le trató nada bien. Al confirmarse su llegada al banquillo barese, Conte fue amenazado incluso de muerte por una hinchada que no podía entender que un personaje importante en la historia del Lecce (su vecino y rival histórico), fuera a capitanear su propósito de ascenso.

Dos años de máxima concentración, trabajo colectivo para formar un equipo con opciones de ascenso y muchos problemas económicos, acabaron por serenar los ánimos de la mafia. Sí, porque nadie duda en Bari que aquellos que intimidaron al técnico pertenecían a varios de los numerosos clanes mafiosos que campean a sus anchas por la zona. Sin ir más lejos, ya cuando el equipo rozaba el ascenso esta campaña, San Nicola fue testigo de una prueba más de su poder. Durante la visita del Empoli, algún valiente se atrevió a mostrar una pancarta que decía ‘Ciao Michelangelo’. Un simple cartel que hubiera pasado desapercibido de no ser porque se refería al asesinato de Michelangelo Stramaglia, un capo cuya muerte hizo explotar la guerra entre clanes de la ‘Sacra Corona Unità’, una de las más famosas mafias pugliesas. La misma que, y ya tocando temas deportivos, se atribuye el asesinato del juvenil del Bari, Giovanni Montani en 2006.

cassanoCon ese panorama, intentando encontrar la serenidad dominical a base de victoria que lograran la heroica del ascenso, Conte reunió un grupo con cualidades alejadas de las que fueron sus bazas como jugador. El respondía a la perfección al canon de jugador guerrero, multifunción, todo-campista y destructor con un carácter incontenible y un buen manejo de su experiencia cuando le tocó tirar de ella para alargar su carrera. Un técnico de la nueva hornada, de aquellos llamados a dar otro enfoque al purismo del Calcio y a trastocar el sentido táctico que le caratceriza. Un Conte que ha colocado en galería a un llegador prometedor como Stefano Guberti (fichado ya por la Roma), que ha sacado jugo a cada remate del capo brasileño Vitor Barreto (23 goles) y que ha dado galones a jóvenes como Lanzafame, Caputo, Ranocchia o Bianco. Un equipo con mucha llegada, la defensa menos goleada, el conjunto más anotador y que se ha paseado por Serie B (junto con el Parma) tras perder sólo seis partidos.

La bota de Italia regresa a la Serie A para devolver a San Paolo el lustro que un día le dieron los goles de Protti, el carácter de Philemon Masinga, las arrancadas del juvenil Zambrotta y, desde luego, los controles del joven Antonio Cassano (el ‘niño’ mimado de la ciudad). Será sin Conte, con Gian Piero Ventura, pero con máxima ilusión. Vuelven mafiosos. Vuelven faeneros. El Bari regresa a la Serie A.

Contacta con El Enganche




Nuestras redes sociales

 

Contacta con nosotros

Puedes ponerte en contacto con El Enganche a través de este formulario.

Envíanos tus consejos, dudas, quejas o sugerencias para ayudarnos a mejorar. Rellena el formulario y haznos llegar tu mensaje. #yosoyenganche