Histórico
18 junio 2009Francisco Ortí

El balón parado vuelve a aliarse con Brasil

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Brasil no brilla como antaño. Con Dunga en el banquillo ha perdido el lustre de pasadas épocas. Pero cuenta por victorias sus partidos en la Copa Confederaciones y se ha asegurado la clasificación para las semifinales del torneo, donde podría cruzarse con España en función de lo que deparen los resultados de la última jornada de la fase de grupos. Lejos de la imagen descontrolada que ofreció ante Egipto, Brasil se mostró firme, sobria y segura para imponerse sin excesivos (3-0) ante una selección de Estados Unidos que no despertó hasta pasado el ecuador del encuentro.

La Canarinha ha sustituido su tradicional alegría y fútbol ofensivo por una precisión letal en las acciones a balón parado. Cómo si se tratara de un equipo británico, los córners y las faltas laterales son el mejor aliado del equipo de Dunga y volvió a quedar claro a los siete minutos cuando Maicon botó con precisión un tiro libre pegado a la cal y Felipe Melo lo cabeceó sin contemplaciones al fondo de la portería. El lateral del Inter de Milán comenzó con ese centro una exhibición de potencia y técnica que le convirtió en un estilete imparable por el flanco derecho.

Dunga había alineado un once repleto de novedades dando descanso a algunos jugadores pero manteniendo a los hombres clave sobre el terreno de juego. Kaká no rotó, pero sí Daniel Alves, Juan, Kleber o Elano, que dejaron sus puestos a Maicon, Miranda, André Santos y Ramires, quien completó un buen partido. Precisamente Ramires fue el conductor del contragolpe que Robinho convirtió en el 2-0 a los 19 minutos. Beasley controló mal un saque de esquina botado en corto por Estados Unidos, con tan mala suerte que su error se convirtió en el desencadenante de un contraataque letal de los brasileños.

Pese a la desventaja de dos goles en el marcador Estados Unidos no ofreció síntomas de reacción, tal vez pensando en la Copa de Oro que deberán disputar en pocos días. Tras el descanso, Bradley intentó reactivar a su equipo con la entrada de Casey y el movimiento tuvo efecto en un principio, pero el vídeo volvió a asociarse con Brasil y permitió que el norteamericano Kljestan fuera expulsado por una fea entrada que el colegiado no había visto en primera estancia.

La inferioridad numérica de Estados Unidos terminó de volcar el partido a favor de Brasil, que jugó a placer durante los últimos minutos. La Canarinha incluso se permitió redondear la goleada a través de una potente internada de Maicon por la derecha tras combinar con Kaká y soltar un zapatazo que se envenenó al impactar contra un defensor estadounidense. Con 3-0 en el marcador, Brasil no quiso hacer sangre ante un rival entregado y tocó con calma a la espera de que sonara el pitido final que marca su clasificación para las semifinales de la Copa Confederaciones.

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