Histórico
24 mayo 2009Jose David López

El Rangers se lleva la Scottish League

rangersEs el germen del fútbol, su lado más arcaico, el estilo más primitivo y donde se impone mayor presencia física. Vive con la crítica eterna de falta de competitividad, de no haber progresado al compás continental y hasta se la desprecia cuando a sus dos ‘gigantes’ se les coloca en una futura Premier League inglesa. Sin embargo, la Scottish Premier League sigue aguantando el chaparrón con la mística de siempre y, al menos este año, con una equidad suprema que ha mantenido la incógnita del campeón hasta el final. Rangers y Celtic, Celtic y Rangers, han rivalizado durante meses, asumiendo golpes, intentando distanciarse y con la necesidad por las nubes tras el fracaso europeo de ambos. Esta vez, la ruleta que durante años se intercambian católicos y protestantes, quiso dar el título a los segundos, que suman nada menos que 52 entorchados nacionales.

Los Gers conquistan de esta manera su quinta Scottish Premier League (reorganización del campeonato que entró en vigor en 1998) y entierran en el papel secundario a su enemigo y ‘vecino’, un Celtic que llegaba con opciones a esta última jornada (donde el Rangers le sacaba dos puntos) y que se había dejado buena parte del título con un inesperado empate la pasada semana ante el Hibernian cuando lideraban la tabla. Los hombres de Walter Smith dependían de sí mismo en su visita al Tannadice Park y no fallaron tras golear a lo grande al Dundee United. Un gol casi nada más empezar el partido, obra de Lafferty en un extraño remate donde la suerte quiso que la pelota acabara en la red, facilitó el trabajo. Pedro Mendes con un zurdazo desde fuera del área justo antes del descanso y Boyd en la segunda mitad, remacharon  (0-3) un campeonato igualadísimo que vuelve a manifestar la diferencia abismal entre los dos grandes y el resto ya que el tercer clasificado fue el Hearts, a más de 25 puntos del dúo.

En este anhelado campeonato que devuelve el poder escocés al Rangers después de tres títulos consecutivos para el Celtic, han destacado tres piezas básicas. La más importante de todas ellas, la que habla de jerarquía, organización y capacidad de liderazgo, la implantó en tiempo record el portugués Pedro Mendes. Tras varios años buscando acomodo en la Premier inglesa, se enroló en el fútbol colindante para encontrar un puesto a su medida. Discreto pero correcto, con un disparo de media distancia demoledor y con la base estructural de un fútbol que sólo él es capaz de ofrecer ante tanta potencia muscular, el luso ha sido el gran nombre del año en Escocia. Muy cerca de él aparece el siempre imponente Kris Boyd, capaz de la mejor definición o del fallo más sorprendente, que se coronó como el goleador del torneo con 27 dianas. El tercer pilar del campeón ha sido mucho menos esperado pues Steven Davis venía rebotado de Inglaterra tras no haber cuajado en el Fulham cuando ya como juvenil había destacado en un Aston Villa que no le dejó crecer. Esas experiencias dieron recorrido al norirlandés, incisivo, hábil y consecuencia directa del éxito de Boyd, al que repartió numerosas asistencias.

El éxito no fue nada fácil ya que la temporada empezó con la desgraciada y polémica eliminación en la ronda previa de la Champions League ante el modestísimo Kaunas. El equipo que pocas semanas antes había luchado hasta la finalísima de la Copa de la UEFA, caía contra todo pronóstico y lanzaba al aire miles de dudas acerca de su proyecto. Walter Smith estivo al borde del caos pero el equipo fue reaccionando poco a poco y llevó el peso en el campeonato nacional. Cuando parecía que la dinámica volvía a la normalidad, dos altercados volvieron a enterrar los buenos augurios. Una polémica fiesta de Barry Ferguson (capitán del equipo) y Allan McGregor, eliminó de raíz el buen ambiente y propició castigos ejemplares desde el propio club a sus jugadores. Aquello hizo reaccionar al grupo que ni tan siquiera se vino abajo cuando Lafferty (joven norirlandés con una aportación interesante) simuló una agresión en un partido y la directiva volvió a sancionar a uno de sus propios jugadores. Actos disciplinarios que en un fútbol tan singular como tradicional, siempre son cortados de raíz para aleccionar a quienes quieren destruir la mística.

La plantilla dio el resto, sumó una victoria clave ante el Celtic a falta de cuatro jornadas y supo aprovechar el último traspiés ‘católico’ para volver a lo más alto. El once base de Smith fue el formado por McGregor, Whittaker, Broadfoot, Weir, Papac, Bougherra, Pedro Mendes, Davis, Boyd, Miller y Novo, que ha reducido su rendimiento con apenas cinco goles. Rangers es Campeón. Enhorabuena a los Teddy Bears.

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