Fueron Jorge Valdano y su proverbial fertilidad lingüística quienes acuñaron el término miedo escénico. El objeto de la expresión en su nacimiento fue el estadio Santiago Bernabeu. Sin embargo, otros estadios, por historia e importancia, merecen ser incluidos en el selecto grupo de escenarios capaces de influir miedo al rival. San Siro, Old Trafford y Anfield tienen pase VIP para el Hall of Fame del miedo escénico,
Es posible que el joven Emirates Stadium todavía no haya alcanzado suficiente jerarquía para entrar en el olimpo de los estadios, pero si logró provocar el mencionado miedo escénico en los jugadores del Villarreal. La situación superó a los tripulantes del Submarino Amarillo, que permaneció encallado sobre el impecable césped londinense durante los primeros minutos del encuentro.
El flojo inicio de los castellonense contrastó con la ansiedad con la que el Arsenal saltó al terreno de juego. Los Gunners buscaron la victoria desde el primer minuto y se volcaron contra la portería de Diego López. Van Persie y Adebayor avisaron con sendos cabezazos, que pusieron en evidencia a Gonzalo Rodríguez, desconocido durante todo el encuentro. El arrollador comienzo londinense se confirmó con el gol de Walcott a los diez minutos, quien batió a Diego López picando el balón con sutilidad ante la salida del portero.
El tanto local tuvo un efecto relajante en el Villarreal, excepto en Godín y Gonzalo Rodríguez, a quienes los nervios continuaban dirigiendo sus movimientos. La efervescente reacción amarilla no se tradujo en claras ocasiones de gol, pero sí en una sensación de que el conjunto amarillo era capaz de devolver la igualdad al marcador.
La segunda parte arrancó con optimismo para el Villarreal. Era el momento de buscar la heroica como en Grecia ante el Panathinaikos y devolver al Submarino a las semifinales de la Copa de Europa. Sin embargo, los minutos desdibujaron los planes de Manuel Pellegrini y la falta de precisión de los jugadores de ataque terminó de enterrar las esperanzas amarillas. El gol de Adebayor, en un nuevo error en el marcaje de Gonzalo, y el inexistente penalti convertido por Van Persie sólo fueron la confirmación de que al Villarreal le vino grande el reto sin Senna ni Cazorla. El veloz ritmo de juego del Arsenal arrolló a los castellonenses.
El 3-0 final dejó claro lo sucedido sobre el terreno de juego. El desgracia vuelve a disfrazarse del Arsenal para cruzarse en el camino del Villarreal y mostrarle un futuro desolador. Y es que los amarillos deberán buscar la cuarta plaza en la Liga sin Senna, ni Cazorla y lidiando con el batacazo anímico que supone desaparecer de la Champions. El Arsenal, por su parte, entra por la puerta grande en semifinales, donde le espera el Manchester United.
