Histórico
22 octubre 2008Francisco Ortí

La metamorfosis de Emery

Era mayo. Un Valencia en ruinas despedía la temporada ante una afición que deseaba que el partido concluyera cuando antes. Era necesario empezar a trabajar en olvidar lo sucedido durante los últimos meses. Ni la Copa del Rey, ofrecida por los jugadores desde el terreno de juego, logró ahogar las penas de un valencianismo que se había fijado metas altas y en cambio celebraba la permanencia.

Los meses de angustia en los que el descenso se convirtió en la peor pesadilla –con permiso de Ronald Koeman- llegaban a su fin, pero se presentaba un futuro dudoso. La figura de Juan Soler y los rumores de unas arcas famélicas no invitaban al optimismo.

Es octubre. Todo ha cambiado. Los aficionados acuden a Mestalla con ilusión y se marchan sonrientes. Visitar el estadio ha dejado de ser un castigo. Es un deleite. El Valencia mira desde arriba la Liga y presume de su condición de invicto. “Hay margen de mejora en casa”, sentenció Unai Emery tras el último partido en Mestalla. El Valencia había ganado por 4-0 al Numancia e igualaba los registros del equipo que consiguió el doblete con Rafa Benítez. Ese es el secreto del nuevo Valencia. Su ambición y falta de conformismo. El carácter ganador que ha sabido contagiar Emery a un equipo que estaba roto pocos meses antes.

El técnico ché llegó a Valencia enarbolando la palabra unión. Ese sería el bálsamo de todos los males. No se equivocaba. El buen trabajo en todos los estamentos del club ha sido clave en el buen arranque liguero ché. Lejos quedan las pueriles disputadas entre Carboni y Quique Flores, o los misteriosos castigos a jugadores emblema.

Los ché lideran la Liga con seguridad y sus números son de vértigo. Seis victorias y un empate en siete encuentros, 17 goles a favor y tan solo cuatro en contra. La defensa ha sido la gran beneficiada del cambio del rumbo sufrido por la nave valencianista. Una zaga que sangraba abundantemente se ha convertido en una de las menos goleadas de España. Sólo el Villarreal mejora los números defensivos de los ché. Pero no sólo de una buena defensa vive el líder. El Valencia cuenta con la pareja de moda del fútbol. Los Guajes Villa y Mata forman una asociación de lujo que destrozan cualquier operativo que se le ponga por delante. Mata suma tres goles y ha regalado otros tantos. Mejores todavía son los números del 7 por excelencia, que ha firmado ocho dianas y con ello protagoniza el mejor arranque goleador del s. XXI

A la prolífica obra de los dos asturianos se suman las aportaciones de Manuel Fernandes, Vicente, Joaquín con su intermitencia e incluso Albelda, que el pasado domingo recibió de nuevo el cariño de Mestalla. Esas son las virtudes de un líder que, sin embargo, también tiene cosas que mejorar, como siempre insiste Unai Emery. La fluidez en el juego lejos de Mestalla es la gran asignatura de este Valencia. También debería aumentar la posesión del balón y el criterio para que sus ataques fueran más constantes y no a ráfagas.

“Sin hacer mucho ruido nos funciona bien a nivel deportivo”, afirmó Emery preguntado por la falta de impacto del Valencia en los medios de comunicación-. Si continúa así pronto le costará un gran esfuerzo mantener su fútbol en silencio.

Por Francisco Ortí (Redactor El Enganche)

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