Histórico
7 noviembre 2007Jose David López

Varón’ sueco

Resulta llamativo, cuanto menos, observar que una de las páginas más gloriosas de la historia del Milan sea totalmente ajena a los méritos de sus jugadores nacionales. Un equipo que siempre ha arrastrado grandes nombres azzurros como Rivera, Anquilletti, Baresi o Maldini, vivió una época dorada a comienzos de los años 50 siendo tres suecos sus grandes estrellas.

Aquella emotiva ‘Gre-no-li’, formada por los escandinavos Gunnar Gren, Gunnard Nordahl y Nils Liedholm, no sólo logró terminar con la imagen de un equipo débil que no ganaba un título 40 años atrás, sino que llegó a proclamarse Campeón de Europa en 1951 (antigua Copa Latina). Ahora, con nada menos que 85 años, Nils Liedholm, nos ha dejado.

Aquél centrocampista de piernas elegantes y seductores movimientos de cintura que dominaron la Europa de la época, será siempre recordado como el primer extranjero que más partidos ha disputado con los rossoneros. En doce campañas se vistió de corto en 394 ocasiones, donde mostrando su gran capacidad de llegada y disparo lejano, anotó 89 goles.

Liedholm era el organizador, el hombre fuerte técnicamente y el mejor asistente de su compañero Nordahl, capo-canonieri por excelencia en la época. Le llamaban ‘Il Barone’ aunque un rotativo le idolatró como una estrella que había llegado desde el norte para terminar con el letargo milanista (La stella venuta dal nord). El, fue el mejor exponente de clase y toque en aquellos años y pese al juego rudo y a la batalla en la que se convertían muchos partidos, jamás fue amonestado en sus veinte años como profesional. Todo un logro que se le reconocerá de por vida.

Antes de ganar dos Copas Latinas y Cuatro Scudettos en San Siro, se había fraguado su carrera en el Norrkoping sueco, donde dos Ligas le dieron a conocer al mundo. Con la selección escandinava, escribió los mejores recuerdos que aún hoy se recuerdan puesto que fue el crack en la Medalla de oro de los Juegos Olímpicos de 1948 y Subcampeón del mundo en 1958 (era el capitán con 36 años). Allí se le cruzó un jovencísimo Pelé.

Apuró sus 39 primaveras como todo buen ídolo de los lombardos y se pasó a los banquillos donde triunfó en Milan y Roma. Más allá de sus dos Scudettos y tres Copas de Italia, se quedó a las puertas de Europa en aquella final de 1984 donde en el Olímpico, los romanos cayeron ante el Liverpool en penaltis. Hubiera sido el colofón.

Fiel a su costumbre y nobleza, murió en su granja de Cuccaro mientras la enfermedad le consumía. Suecia llora al que fue su mejor futbolista. ‘Il Barone’ nos deja.

Foto: yahoo

Contacta con El Enganche




Nuestras redes sociales

 

Contacta con nosotros

Puedes ponerte en contacto con El Enganche a través de este formulario.

Envíanos tus consejos, dudas, quejas o sugerencias para ayudarnos a mejorar. Rellena el formulario y haznos llegar tu mensaje. #yosoyenganche