Histórico
13 noviembre 2006Jose David López

Unas gotas de exotismo

El fin de semana ha dejado numerosos partidos de primera, con mucha calidad, muchas goleadas en Europa y en más de un caso decidiéndose muy al final. No hablamos del Barcelona de anoche, ni del espeso Inter una vez más salvado por Cruz ni tampoco de las declaraciones de Palermo o Arsenal, no, esta vez, el protagonismo estaba en otros rincones.

El primero de ellos en Estados Unidos nada menos. En una final pura de pasión, al estilo americano típico de emoción hasta el final, el Dynamo de Houston se llevó su tercer título (primero como franquicia de Houston) venciendo a los New England Revolution, que por otra parte eran los favoritos. Hasta ahí, todo podría parecer normal, sino fuera porque un campeonato se decidió…en penaltis.

En la MLS, las reglas son como siempre en Estados Unidos, ganar o perder, por tanto todo va a play-off y no se puede empatar. Pasa en la NBA, en el baseball e incluso en su NFL.

Fue la primera Copa MLS que se define de tan dramática forma y no quiero imaginarme lo que pasaría en España si Barcelona y Real Madrid se jugaran una Liga a penaltis. Estos americanos saben sacar el espectáculo de donde sea, y ya no hablo de taquillazos cinematográficos con un ‘bodrio’ de argumento, sino de espectáculo deportivo en toda regla.

Muy lejos de allí, en el norte de África, el Sfaxien tunecino y el Al-Ahly egipcio se jugaban la Champions League africana que, entre otros premios, otorga un lugar en el próximo Mundial de clubes. En la Ida, el cuadro tunecino sorprendió en el imponente estadio Olímpico de El Cairo al actual campeón, logrando empatar a un tanto.

El delantero ghanés Frimpong, autor de ese gol, mantenía la incertidumbre hasta el final en la vuelta, donde todo estuvo demasiado igualado. Cuando los locales ya cantaban en las gradas su nuevo título, el mejor jugador egipcio que aún juega en el continente negro sentenció la final con un gol en el minuto 91 que desató por completo el choque y lograban de nuevo el máximo trono africano.

El autor, al igual que en la Ida, fue Mohammed Abu-Treakah, ya consagrado en la última Copa África. Será el Al-Ahly quien represente al continente en el Mundial de clubes, y debutará ante el Auckland City.

El último dato viene de Suecia, donde se jugó la final de Copa. Larsson se llevó su primera alegría en tierra patria al vencer su Helsingborg al modesto Gefle.

Así pues, abriendo fronteras nos damos cuenta que el fútbol que vemos, o del que por lo menos tenemos noticias, es ya una minoría de lo que realmente debería. ¿Para que limitarnos a seguir los de siempre?

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